Un poco más de la mitad de la población votó por un cambio que arrima la propuesta de una comunicación diferente a la que estábamos acostumbrados.
La Argentina dio un gran paso institucional en un marco de democracia participativa histórico.
Hace apenas unas horas, durante la primera conferencia de prensa ofrecida por el flamante presidente electo, el ingeniero Mauricio Macri, se pudo percibir ese aire renovado: imperó el tono de voz tranquilo y calmado ejerciendo un efecto contagio en todos los presentes que se evidenció en el ping pong de preguntas y respuestas entre periodistas y políticos.
También vale la pena destacar la variedad de temas que se tocaron y la presencia de prensa tanto nacional como internacional presente. «Queremos en las provincias hablar de vez en cuando con algún funcionario» expresó un colega y fue invitado en ese acto a acreditarse en la Casa Rosada.
La comunicación, cuando es constructiva, incluye la generación de confianza entre interlocutores así como el respeto y prioriza la escucha por sobre la verborragia.
Para muestra basta un botón, dice el dicho, y es deseable que la República Argentina ingrese a una etapa madura de la democracia en la cual se demuestre con hechos lo que hoy está cimentado en el sueño colectivo de encontrarnos a partir de lo que tenemos en común como seres humanos en un diálogo centre actores diversos que tenga a la paz como protagonista.
