En 2011, la Conferencia General de la Unesco proclamó Día Mundial de la Radio al 13 de febrero. Se argumenta que es un día para “celebrar la radio como medio, para mejorar la cooperación internacional entre los organismos de radiodifusión y para alentar, a las principales redes y radios comunitarias por igual, a promover a través de las ondas, el acceso a la información, a la libertad de expresión y a la igualdad de género”.
Para celebrar este aniversario, NOTICIAS POSITIVAS conversó con la productora Myriam Passarello, quien además de trabajar hace treinta años en la radio, desde 1989 es la productora de Hora Clave, el ciclo televisivo de Mariano Grondona.
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“La radio es una maravilla –destacó-, es uno de los medios más importante porque tiene la magia. Con la tecnología cambió la forma de hacer radio, no digo que ahora sea todo más fácil, pero hubo cambios que son muy positivos. Antes no había celulares, era más difícil para coordinar con los entrevistados, los teléfonos no tenían discado directo internacional, sólo podías llamar de un teléfono naranja que tenía el DDI y estaba guardado bajo llave”.
-Con los años han aparecido muchas herramientas para quienes desempeñan estas tareas.
-Sin lugar a dudas, también la digitalización impactó mucho; teníamos cintas abiertas y hoy es todo desde una PC. A mí me gustaba mucho esa época porque se trabajaba a pulmón. Además, sin los celulares, a los movileros nos decían el móvil naranja porque los teléfonos públicos eran de color naranja y en el momento de salir al aire se escuchaba cuando agregabas los cospeles.
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-Es muy impresionante que en 25 años pasamos a tener todos esos recursos en el teléfono.
-Es increíble lo que ha evolucionado. Hoy resulta difícil pensar en hacer radio sin llamar a celulares. A la gente había que encontrarla en la casa y eso exigía mucha preproducción, ahora con el celular uno lo persigue hasta debajo de la cama. Hoy en producción trabajamos más con mail, mensaje de texto o whatsApp que hablando.
Otro de los cambios que destacó Passarello está vinculado a la velocidad de las emisiones. “Ha cambiado el ritmo de los programas de radio y televisión, ahora los programas viejos nos parecen lentos en comparación con lo actual, pero en ese momento uno no se daba cuenta. Había rapidez en relación con las herramientas con las que contábamos”.
Mucho se ha modificado en estas últimas décadas, pero hay algo que nuestra invitada resaltó como una constante: “Lo que no ha cambiado es la magia. La magia es la misma y sigue intacta”.
