El store abrió sus puertas en una casa de 1920, en Las Cañitas. “Por suerte va con mi concepto de conservar y revitalizar las prendas de calidad: en este caso, la casa que perteneció a mi abuela. Yo planteo un concepto de slow fashion o moda lenta, que es una vuelta a las raíces del diseño en donde la durabilidad es lo que vale”, dice Candelaria Metz Brea, diseñadora y creadora de la marca Fuego Negro.
“La calidad y la vida útil de la prenda es lo que vale, no el recambio constante. Hago colecciones pequeñas, no más de 20 equipos, por tipología no tengo más de 20 unidades. Busco que la originalidad esté por sobre la sobreproducción, estoy en contra de la obsolescencia programada en el vestir. Va a ser difícil que veas a dos personas con una misma prenda mía puesta”.
Fuego Negro trabaja con talleres éticos y especialistas en sastrería, en los que la hora paga es la real, la de mercado, porque Metz Brea pone foco en la ética dentro la industria de la moda, donde la informalidad laboral es uno de los grandes problemas del sector. Estudió Diseño de la Indumentaria en la Universidad de Palermo; “En diciembre entrego la tesis”, adelanta a NOTICIAS POSITIVAS. Allí fue ayudante de cátedra durante dos años y ya tiene experiencia previa en la industria.
Sin local a la calle, Fuego Negro apuesta a vender en atelieres, pop-ups y plataformas online para no cargar costos superfluos en las prendas. “Prendas únicas y de calidad a precios razonables”, es su consigna. La marca parte de la utilización de molderías base que se transforman en ítems de edición limitada apuntando a la longevidad de las prendas. También explora texturas, contrastes y deseos, transformándolos en una colección cambiante y funcional, que crece con el correr de los días. Además, hace hincapié en la calidad de los textiles y una confección especializada, para así lograr productos que acompañan a través de los años y son parte de la creación de un estilo personal para cada usuario.
“Toda prenda debe ser tratada con amor. Es nuestra responsabilidad ecológica ver que las que ya no usamos más no terminen en un basurero. Se pueden revender o donar para amainar el impacto ambiental que causamos”, sostiene la diseñadora.
+ INFO: en Instagram, @fuegonegroconcept