Wanda Sadowski, nuestra corresponsal en Japón, vuelve en su columna Ella en Japón sobre el tema de la libre elección de los ciudadanos japoneses de sus proveedores de energía eléctrica, una verdadera conquista para ellos.
Dice Wanda: «Durante décadas, el modelo de energía que había en Japón era de monopolios que proveían un servicio caro y tenían un beneficio garantizado. La gente no podía elegir su proveedor de electricidad, sino que les correspondía uno según la zona en la que vivían. Pero luego del desastre nuclear de Fukushima, cerraron 54 centrales de las 55 existentes, por o que se generaron muchos cortes de electricidad.
Además, el desastre provocó más rechazo de la gente a la energía nuclear. De manera que, en 2015, se llevó a cabo una encuesta de la cual resultó que el 80 por ciento de los japoneses estaban dispuestos a cambiar de empresa si pudieran hacerlo y si fuera más barato.
El gobierno se hizo eco de estas preocupaciones, y liberó el sector energético: un nuevo modelo en el cual desde el 1º de abril del año pasado, los usuarios pueden elegir su proveedor de energía, no sólo entre los consorcios tradicionales, sino también una gama de start ups. Muchas de estas pequeñas empresas compran a operadores que generan electricidad a partir de energías alternativas, como la solar y la eólica.
El gobierno japonés espera que esto genere también un aumento en la competencia y que incentive la eficiencia y a su vez reduzca los precios y tarifas.
Esta nueva regulación intenta ayudar al sector energético, afectado desde Fukushima, y al mismo tiempo, atrae muchas inversiones nacionales y extranjeras».