Muchas mujeres recuerdan la revista Claudia, “la revista de la mujer moderna” de los años sesenta. La publicación se prolongó durante varios años y, con su estilo innovador, ágil y fresco, incorporó colaboradores siempre destacados y talentosos. Ese ha sido el caso de Dalila Puzzovio, artista plástica y productora gráfica. Una excelente idea, entonces, la de rescatar material de esa publicación realizada por Puzzovio, en el que, además de sus virtudes estéticas, ofrece un testimonio histórico de la ciudad de Buenos Aires y, en consecuencia, de la Argentina.
Mientras unos construyen otros destruyen, la muestra que se puede visitar en Rolf Art –Esmeralda 1353, CABA, con entrada libre y gratuita, de lunes a viernes de 11 a 20h, hasta el 29 de noviembre de 2019– propone una relectura del acto performático homónimo, concebido por Dalila Puzzovio para la revista Claudia, durante la ampliación de la avenida 9 de Julio, en 1979, y que se tituló «Pan, amor y fantasía». La performance escenifica el casamiento de una pareja acompañada por sus testigos y cortejo, rodeada de un decorado de pompa, festín y presentes, contrastado por una ciudad en ruinas, que es el escenario irónico de la acción. La exposición cuenta con la curaduría de Raúl Flores.
Para los porteños, esa obra de infraestructura fue un antes y después en la ciudad. Imprescindible, tal vez, pero cruel como toda remodelación. Recordamos que con ella desapareció el Pasaje Seaver, cuyas escalinatas evocaban una estética antigua y de elegancia parisina. La artista retrató como nadie, en aquella producción, una transición tajante.
Dalila Puzzzovio encontró en el medio editorial un espacio de expresión que exploró entre los años 78 a 2004, en donde escribió, produjo e ilustró artículos para diversos medios: la revista Claudia en la sección Practiclaudia; Life & Fitness (del diario El cronista comercial); Vogue Argentina en la sección de moda; la Revista del Publicista, en la sección de cosmética; y Cuisine & Vins, en la sección dedicada al arte y los artistas de la época, etcétera. A través de un trabajo de recopilación y rescate del material de archivo que comprende la documentación de la performance, su registro (negativos nunca antes copiados), imágenes del backstage recuperadas, la misma revista Claudia -edición #266 de agosto de 1979- y el testimonio mismo de la artista, se reactiva el gesto de la acción y se revisita un discurso, tan pertinente a la actualidad y contexto en el que vivimos. Este cuerpo de obra tan efímero –por su naturaleza performática y editorial– manifiesta el ingenio y la versatilidad de Puzzovio, que ha transitado por varias zonas de la práctica artística: la performance y aconteceres, el microsuceso, la moda, el diseño, la dirección y producción artística, el arte de los medios, el vestuario, la columna editorial, las artes plásticas y la escritura, entre otras. Con lenguajes que ha logrado conjugar de forma magistral, desdibujando sus límites y evidenciando una mirada libre y audaz, de carácter irreverente, que es la esencia de su quehacer artístico y la efervescencia de una época.
Esta plasticidad y experiencias fueron, dice Dalila Puzzovio, “momentos claves de transformación”. La propuesta de exhibición permite entender, desde una nueva perspectiva, las ideas, el repertorio diverso y el aporte que las prácticas de la vanguardia argentina nos han legado, de la mano de una de las artistas claves del Pop Art o “Arte de las cosas”. Aquellas expresiones que conformaron la vanguardia de los 60 y 70 no se consideraban dentro de los cánones de representación propios de la contemporaneidad, sino por el contrario eran concebidas desde un gesto desprejuiciado y espontáneo, cuyo núcleo fue la experimentación y que hoy podemos, con la debida distancia, entender como un modo de vida (arte/vida) distinto de la especulación artístico-intelectual, en la que lo lúdico, lo irreverente y la cosmovisión futurística (característica de la época) reinaban como subterfugio de la guerra, la dictadura, y las dificultades de la vida diaria. En palabras del curador, “porque, si lo pensamos bien, todas, absolutamente todas las batallas se ganan con pan, amor y fantasía”