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El virus del HIV/sida continúa siendo una epidemia que nos afecta como sociedad. Sin embargo, pareciera que ya no se habla tanto sobre el tema. Desde NOTICIAS POSITIVAS, se busca hacer visible el tema porque es fundamental para mejorar las posibilidades de prevención, como lo explica en esta entrevista con N+ el médico infectólogo Roberto Raúl Hirsch, jefe del departamento de Enfermedades Infecciosas del Hospital Muñiz.
Hirsch fue nominado al premio Abraham Horwitz a la Excelencia en Liderazgo en Salud Pública Interamericana. Además, en el hospital donde trabaja logró mortalidad cero en el seguimiento permanente de jóvenes que padecen HIV.
El especialista indicó que en la Argentina el sida continúa afectando tanto a la población de homosexuales como a la de heterosexuales. En este último caso, mientras la transmisión materno-infantil está en disminución en las áreas en donde hay mayor control, como las grandes ciudades, “la transmisión a las mujeres por parte de sus parejas sigue mostrando un índice muy alto”.
Una forma de prevención interesante se ha dado en el ámbito internacional. «Es un aporte que tiene que ver con las recomendaciones de la Food and Drug Administration (FDA, por sus siglas en inglés) y que consiste en la utilización de antirretrovirales en la población no afectada con la finalidad de prevenir la transmisión”, comentó Hirsch.
En nuestro país se entrega en forma gratuita e irrestricta a toda la población la medicación retroviral. El doctor Hirsch sostuvo que esto es un privilegio, aunque evaluó que también es “peligroso utilizar únicamente este fármaco como medida preventiva, dejando de lado las medidas preventivas básicas, como el uso de los preservativos”.
Asimismo, consideró que empieza a ver “con desesperanza la falta de inversión y esfuerzo en las medidas preventivas, no sólo para prevenir el HIV, sino también para otras infecciones de transmisión sexual. Ya no se habla tanto de ello”.
El médico sostuvo que “el HIV vino a cuestionar la parte social. Es un virus que cuestiona las ganas de vivir, las oportunidades que tienen los jóvenes, la esperanza, el amor. Viene a cuestionar cosas muy profundas que tienen que ver con la sexualidad, con la propia autovaloración y con la valoración de los semejantes”.
De este modo, la enfermedad se relaciona con la sociedad y con las características de los sujetos en sus interacciones. “Hay una mirada de la juventud que se vincula a la pérdida de la ilusión, chicos que tienen pocas ilusiones de tener un mañana mejor y por eso piensan en aprovechar el momento y en el momento de tener una relación lo viven y no se cuidan. Además, el consumo de sustancias como alcohol y drogas hacen perder la noción de saber protegerse”, remarcó. Es por ello, que la mejor forma de prevenir es generar mecanismos sociales de integración y canales de difusión.