Avanza la posibilidad de contar con energía distribuida en la Argentina. El martes pasado se hizo la primera reunión de la Comisión de Energía y Combustibles de la Cámara de Diputados de la Nación, en la que se definió el temario para el período legislativo en curso. En la lista se incluyó el proyecto de Ley de Generación Distribuida por energías renovables, proyecto que surgió como resultado de una unificación de propuestas de los legisladores Juan Carlos Villalonga (Pro), Néstor Nicolás Tomassi (Bloque Justicialista) y Luis María Bardeggia (FpV), además del trabajo conjunto con varios sectores del rubro de las energías renovables, distribuidoras y cooperativas eléctricas, y hasta el propio Ministerio de Energía y Minería.
El diputado nacional Juan Carlos Villalonga, además del ya citado trabajo que se está realizando en el Congreso de la Nación, ha creado también una petición en Change.org para poder darle mayor impulso al proyecto de ley.
«Estamos trabajando fuerte en lo que es energía renovable distribuida, que es el segmento que viene ahora. Hoy ya está funcionando lo que es energía renovable en el mercado mayorista, ahora vamos para tener energía también del lado de los usuarios, del lado de la demanda. Eso es una revolución, cambia el mercado eléctrico. Está el proyecto de ley, lo estamos terminando. Estamos consensuando con los otros bloques en la Comisión de Energía, con la ayuda técnica de parte del Ministerio de Energía. Sabemos que va a haber también allí una especie de antes y después en la relación del consumidor con la energía: cada uno como usuario va a poder ser productor, con lo cual cambia drásticamente la relación del consumidor con su distribuidor.» dijo el diputado Villalonga
Recordamos que en 2016 se realizaron exitosamente las primeras licitaciones (RenovAr 1 y RenovAr 1.5) referidas a la construcción de grandes parques de energía renovable, como pueden ser los parques eólicos, solares y la energía producida a partir de la biomasa.
Aquellas licitaciones implican un modelo similar al actual, en el que la energía se produce en grandes centros que luego es distribuida a los consumidores a través de la red eléctrica nacional. Por otro lado, la energía distribuida plantea la posibilidad de que usuarios pequeños, como hogares familiares, o incluso pymes y grandes empresas, puedan producir su propia energía renovable y, en caso de que tuvieran un excedente en su producción, puedan volcar dicho excedente a la red eléctrica nacional, obteniendo así descuentos en lo que usualmente pagan a la distribuidora de energía.