Ecléctico y dueño de una capacidad de empatía poco común, Tomás de Lara es co-leader de Sistema B Brasil y anfitrión en numerosos encuentros internacionales sobre nuevas economías, innovación social o ciudades sostenibles.
Tomás de Lara es parte de la nueva generación de motivadores que cuentan con la alquimia positiva de la educación académica tradicional (en su caso, egresado de Negocios en la Pontifícia Universidade Católica do Rio Grande do Sul y comunicación Audiovisual en la Universidad de Barcelona), pero que definen su estilo con la formación innovadora y holística del Schumacher College, centro internacional educativo basado en la naturaleza.
En el marco del primer encuentro de Nuevas Economías e Innovación social, NESI Forum en la ciudad de Málaga, España, del cual fue anfitrión, NOTICIAS POSITIVAS conversó con él sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible, Sistema B, la oportunidad de las ciudades como agente de cambio y la agenda próxima.
N+: -¿Te parece que hay una conexión entre los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) y el movimiento B?
Tomás de Lara: -Sí, por supuesto. El tema de los ODS es muy lindo porque al final es un gran llamado global para los países, para las organizaciones privadas, para los movimientos sociales (como el movimiento B) de unirse hacia 17 objetivos comunes.
Por ejemplo, el movimiento B toca al final mucho el tema de la disminución de la desigualdad económica, y el tema de las ciudades y comunidades resilientes. Así que hay muchos de los ODS, como la erradicación de la pobreza y del hambre, que están siendo trabajados por empresas sociales y otras empresas B que tienen responsabilidad social muy fuerte en disminuir esa desigualdad. Se trata de repensar a las empresas como motor de cambio para ese impacto positivo.
-A nivel ciudad, en el caso de Rio+B, de Medellín+B, o el acuerdo que se acaba de firmar en Málaga, ¿cómo lo ves, cual es tu visión?
-Creo que las ciudades son la mejor instancia de representación de las sociedades, de las culturas económicas, cuando uno piensa en una ciudad como motor de cambio, como un sitio donde todos los agentes económicos (el público, el privado y las organizaciones sociales) se cuestionan juntos cómo los negocios pueden ser fuente de transformación positiva. El movimiento de ciudades + B tiene este eje central: que la alcaldía, el gobierno, llama junto con la iniciativa privada esta articulación hacia negocios sostenibles en el territorio de la ciudad.
-Los ODS tienen la particularidad de ser el master plan, el norte de la humanidad, y al mismo tiempo se han reevaluado, son difíciles de cumplir. ¿Qué opinás respecto a las leyes? El movimento B, entre otros, impulsa cambios en la legislación que favorezcan a que los ODS puedan transformarse en una realidad y no sólo en un sueño o un postulado.
-Para nosotros el tema de las leyes es clave. Son cambios estructurales. Si uno no tiene una ley que apoye a empresas que están trabajando muy duro para una economía más sostenible, es difícil escalar. Así que los proyectos de ley (algunos ya transformados en leyes) que ya existen en EE. UU. para reconocer a empresas que generan un impacto positivo y brindarles ciertos beneficios económicos, y los proyectos que también existen en la Argentina y Chile, son muy importantes para que el movimiento florezca. Se trata de encontrar un balance, de poder apoyar a las empresas que ayudan al Estado a hacer su trabajo, ayudar a empresas que generan beneficios públicos. Por eso, el nombre del proyecto general es el de empresas de Beneficio e Interés Colectivo (BIC): se trata de lograr que una empresa pueda generar beneficios e interés colectivo hacia la sociedad.
-¿Qué adelanto podés dar del encuentro de Río de este año?
-El 23, 24 y 25 de noviembre, en Río de Janeiro, tendremos la segunda edición de Colabora América, un evento hermanísimo del NESI Forum. Es un festival de nueva economía. En América Latina tenemos muchas empresas B, muchos negocios sociales, economía circular, economía para el bien común. FIS también va a estar en Colabora América, participando como aliado. Es un gran llamado para América Latina, para que se reconozca como un territorio solo, sacar las barreras del lenguaje y juntarse para tener la economía colaborativa como un hilo de trabajo para que esta nueva economía sea de verdad una transición efectiva. Y eso solo va a pasar a partir de la colaboración. Por eso es que lo que hablemos en Colabora América serán temas de nueva economía, de movimientos y empresas que tengan un trabajo muy serio con la colaboración.
-Cuando hablamos de nuevas economías y de cómo llevarlo a la práctica, hay herramientas que son innovadoras, y algunas que son antiguas y que se reciclan, como la que se utilizó para el cierre del NESI.
-De hecho hay muchas tecnologías sociales y herramientas que se utilizan, y una es el círculo. Se trata de algo que se hizo durante miles de años y consiste en reunir a la comunidad en un círculo para discutir cuestiones importantes que afecten a todos. Acá en NESI preparamos un fish ball, una metodología en la que se ponen a personas en el centro, y todos a su alrededor escuchan. Lo lindo es que es abierto al 100%: todas las personas que participen en el fish ball pueden ir al centro y ser el centro de atención para todos los participantes. Lo más lindo es que es una conversación significativa, que tiene una energía de cuidado y de escucha activa muy fuerte.