Con un financiamiento de casi 200.000 pesos otorgado por el Ministerio de Ciencia, en Santa Ana, a 45 kilómetros de Posadas, Misiones, se instaló la primera planta de pirólisis del país, que transforma el aserrín en biocarbón, fertilizantes y biocombustibles, para evitar que los residuos perjudiquen el ambiente.
Los residuos generados por la actividad forestal en la provincia de Misiones suelen quemarse para evitar su acumulación. Esto genera humo, cenizas y gases que impactan en el ambiente de manera perjudicial, provocan el incremento del efecto invernadero y modifican el paisaje de la zona.
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La primera etapa del proyecto consistió en la instalación de la planta piloto para testear el potencial energético de los diferentes residuos de biomasa. El potencial energético de la biomasa se comprobó a través de un proceso que se conoce como pirolisis o carbonización, que consiste en descomponer la biomasa mediante el calentamiento en ausencia de oxígeno, transformando los residuos en biocarbón, bio-oil y gases pirolíticos que pueden ser refinados en productos de mayor valor agregado. Para esto se instaló un reactor, que por medio de un lecho de arena le transfiere calor al aserrín produciendo su carbonización.
En los ensayos realizados en la planta piloto se lograron procesar 2.000 kilos de residuo húmedo en una hora, y con ellos se obtuvieron 200 kilos de biocarbón, 300 de bio-oil y 100 de extracto ácido en el mismo lapso de tiempo. El biocarbón elaborado en esta planta se puede utilizar como fertilizante para los suelos porque actúa como un elevador de pH en suelos ácidos, absorbiendo agua que luego puede estar disponible para las plantas. Además, posee una estructura laberíntica que genera un microhábitat para los microorganismos benéficos del suelo y retiene minerales y carbono atmosférico, mitigando el cambio climático.
En la biorrefinería también desarrollaron briquetas de carbón que se obtienen al aglomerar finos de carbón con almidón. Estas briquetas pueden utilizarse como sustituto del carbón tradicional, ya que al quemarse origina menos humo, dura un 50 por ciento más y resulta un producto renovable porque proviene de residuos de bosques cultivados.
El biocombustible producido puede utilizarse como sustituto del fuel-oil petroquímico y, a su vez, sirve como insumo para la obtención de saborizantes, solventes, pinturas, naftas y otros compuestos. A diferencia del fuel-oil, el biocombustible no contiene azufre, por lo que al quemarse no emana los gases que ocasionan la lluvia ácida. Con una fracción del bio-oil, en la planta de pirólisis también produjeron extracto de ácido piroleñoso, que suele emplearse como insecticida natural y como fertilizante foliar resistente a plagas y enfermedades.
Así, en poco tiempo Biorrefinería Santa Ana colocará sus productos en el mercado con la intención de replicar este modelo en otras localidades.