MADRID.- Las crisis causadas por los conflictos armados y el cambio climático han provocado que, tras décadas de descenso, vuelva a subir el número de víctimas del hambre en el mundo. Por este motivo, la FAO solicita 1060 millones de dólares, cantidad con la que, asegura, se podrían salvar vidas y medios de subsistencia y combatir el hambre aguda en 26 países.
“Con el apoyo de los donantes, la FAO espera llegar a más de 30 millones de personas que dependen de la agricultura para su subsistencia a través de una serie de intervenciones que buscan restaurar rápidamente la producción local de alimentos y mejorar la nutrición”, explican desde la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
Desde la FAO también afirman que el aumento de las necesidades humanitarias es debido en buena medida al resultado de la persistencia, intensificación y propagación de la violencia y los conflictos, cuyo impacto se ve a menudo amplificado y agravado por las crisis de origen climático.
“La realidad es que, mientras se salvó la vida de millones de personas gracias a la rápida respuesta humanitaria en 2017, millones más siguen estando al límite de la inanición. Mantener la producción alimentaria y recuperar la agricultura es fundamental para evitar la pérdida de vidas a causa del hambre severa y abrir una senda hacia la resiliencia en medio de las de crisis humanitarias”, aseguró Dominique Burgeon, director de la División de Emergencia y Rehabilitación de la FAO y líder del Programa Estratégico de la FAO sobre resiliencia.
“Por ello, la FAO se centra –añadió– en transformar la vulnerabilidad en resiliencia, de modo que cuando algo malo suceda, las familias tengan más posibilidades de salir adelante y alimentarse, la gente no tenga que vender sus activos o huir, y las comunidades se recuperen más rápidamente cuando la crisis ha pasado”.
Necesidades clave
El llamamiento humanitario de la FAO para 2018 se centra en ayudar a las personas vulnerables y golpeadas por las crisis en 26 de los países con mayor inseguridad alimentaria del mundo.
Entre ellos figura Yemen, el país con más gente en situación de inseguridad alimentaria aguda, donde la Organización tiene como objetivo llegar a 5,7 millones de personas. En la República Democrática del Congo, la FAO planea ayudar a casi 2,8 millones de personas. En Sudán del Sur son 3,9 millones de personas las que se beneficiarán del apoyo de emergencia para los medios de vida. En Siria, donde tres cuartas partes de las familias rurales continúan produciendo sus propios alimentos, la FAO dará a 2,3 millones de personas los medios para hacerlo. Y en Somalia, la Organización ayudará a 2,7 millones que se enfrentan al hambre severa.
Según el último informe de la ONU sobre el hambre en el mundo, después de años de constantes disminuciones, crece de nuevo el contingente de personas malnutridas, que llega ahora a la preocupante cifra de 815 millones.
Aspectos destacados de las intervenciones de la FAO en los países más vulnerables:
-Suministro de semillas, equipos, fertilizantes y capacitación que permitió sembrar y obtener cosechas a unos seis millones de personas en Nigeria, Somalia, Sudán del Sur y Yemen.
-43 millones de animales en los mismos cuatro países -principalmente vacas, cabras y camellos- recibieron atención veterinaria, pienso y agua gracias a la FAO, lo que permitió a millones de familias pastoriles y dependientes del ganado alimentarse y mantenerse autosuficientes.
-Alrededor de dos millones de familias pobres y muy vulnerables se beneficiaron de las transferencias de efectivo de la FAO (que llegan a un total de 42 millones de dólares estadounidenses). Estos fondos ayudaron a los hogares a evitar la venta de sus semillas, animales domésticos u otros activos para comprar alimentos y les dieron tiempo y espacio para reanudar su propia producción agrícola.
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