Hasta el 1º de marzo, en el Centro Cultural Borges (Viamonte 525 esquina San Martín) de la ciudad de Buenos Aires, se puede visitar una muestra infrecuente que se llama «África. Su fuerza vital», dedicada a la cultura africana y su permanencia, e integrada por más de 230 piezas pertenecientes todas a la colección particular del doctor Hipólito Barreiro, de unos 1200 objetos. Es la más grande de la Argentina en su rubro y una de las más importantes de América del Sur.
La originalidad de esta muestra es que las piezas que la integran no son fruto de una expoliación cultural ni de transacciones comerciales de dudosa procedencia. El doctor Barreiro vivió 17 años en Africa Occidental, los primeros 14 ejerciendo su profesión de médico junto a su esposa enfermera, donde combatió la malaria y otras enfermedades tropicales, y luego tres años más cuando el presidente Juan Domingo Perón –de quien había sido su médico personal– lo nombró embajador en la República de Liberia, en 1973.
La originalidad de esta muestra es que las piezas que la integran no son fruto de una expoliación cultural ni de transacciones comerciales de dudosa procedencia
Cuando el doctor Barreiro logró vencer la primera desconfianza de las comunidades locales, y demostró que su medicina de “hombre blanco” funcionaba, la gratitud lo colmó de hermosas tallas a modo de reconocimiento. “La malaria del África es más agresiva que en América, allá si no se la trata a tiempo, mata”, asegura el coleccionista.
En su segunda estadía en el Continente Negro, había refinado su gusto por la cultura africana y completó su colección con la compra de máscaras. El origen geográfico de la colección es, principalmente, África Occidental, y en ella se encuentran representados numerosos países y una gran cantidad de grupos étnicos, entre los cuales prevalecen los Dan, Gola, Kra y Kpelle (Liberia); Baule, Senufo (Costa de Marfil); Mende (Sierra Leona); Ashanti (Ghana); Yoruba, Ibo, Ibibio (Nigeria); Baga, (Guinea) Dogón, Bambara (Mali); Benalulua, Baluba, Songye (Zaire y Congo); Bamiléké (Camerún) entre otros.
Con la curaduría de la arqueóloga y antropóloga Martina Inés Pérez, en el Centro Cultural Borges se pueden ver esculturas en madera de maternidades, máscaras de rituales de iniciación, puertas de graneros trabajadas con toda minuciosidad dado el valor de lo que guardaban, y objetos cotidianos como peines, bancos, vasijas, caracoles adivinatorios, fetiches, instrumentos musicales y juegos.
Precisamente un juego, el awalé (o mancala), es el que nos revela la particular cosmovisión solidaria de estos pueblos agricultores. A diferencia del Teg o de nuestro tradicional Estanciero, aquí una de sus reglas es no eliminar al adversario, porque se entiende que así también se destruiría la tierra que cultiva. Tampoco se lo puede dejar pasar hambre y si se queda sin semillas, se le debe prestar un puñado para que pueda seguir jugando. No hay vencedores ni vencidos en el awalé, ya que está basado en un tipo de vida comunitaria, donde priman la igualdad y la reciprocidad. “Lo cotidiano y lo ritual no están disociados en el mundo de estos pueblos”, asegura la curadora. “Todos trasmiten diferentes niveles de existencia, el Ser Supremo, los seres vivos, los muertos, todo en conexión con lo mágico. Todo está relacionado con esta fuerza vital”, dice Pérez.
Otras actividades
La muestra de cultura africana está acompañada por otras actividades para los próximos días.
- Martes 20/2 a las 17 horas. Visita guiada a la muestra a cargo de la Dra. María Laura Casanueva (la visita está incluida en el costo de la entrada a la muestra).
- Viernes 23/2 a las 18 horas. Ciclo de cine documental africano a cargo del Observatorio Sur. Auditorio Williams 2º piso. (Entrada libre y gratuita)
- Miercoles 28/2 18 horas. Clase abierta de Danza Afro con percusión en vivo y visita comentada a la muestra a cargo de la bailarina Laura Rabinovich (Entrada libre y gratuita).
+ INFO: https://www.facebook.com/ccborges/