En un plenario de las Comisiones de Minería, Energía y Combustible con la de Presupuesto y Hacienda de la Cámara alta, el miércoles pasado, los senadores dieron dictamen favorable al proyecto de Marcelo Guinle (FPV) que busca reformar la ley 26.190. Como se recordará, la meta es que 8 por ciento de la energía eléctrica sea generada con fuentes renovables para 2017. En la actualidad, 70% del territorio nacional es apto para el desarrollo de energía eólica que podría teóricamente cubrir 50 veces el consumo eléctrico actual. Para 2025, eso generaría un ahorro de 41 mil millones de dólares.
NOTICIAS POSITIVAS invitó al estudio de Radio Palermo a la magíster Mercedes Esperon, coordinadora del Proyecto Ambición Climática impulsado por Climate Action Network-Latinoamérica (CAN-LA), desde Fundación Biosfera, para hablar sobre esta reforma a la ley de energías renovables, y sobre la importancia que tienen para enfrentar, entre otros temas fundamentales, el cambio climático y el efecto invernadero.
«El proyecto obtuvo dictamen favorable 58 votos a favor y 4 en contra. Es importante que en la Argentina se empiece a hablar de energías renovables y sobre todo que se lo haga desde el Poder Ejecutivo y el Legislativo», dice Mercedes Esperon. «Hay que instalar el tema en la opinión pública.»
-¿Cómo reacciona la gente? Fue interesante que esta presentación se haya hecho en el marco de la COP20. ¿Hay planificación en la Argentina para las energías renovables?
-La ley es de 2007 y se reglamentó en 2009, pero a pesar de que se preveía alcanzar un 8% para 2016, hoy solo hay instalado un 0,5 %. Se debió a falencias del proyecto y por eso hoy está todo por hacer.
-Pero estas energías no tienen impacto negativo en el ambiente. Si el cambio climático es el mayor desafío ambiental de este siglo, cuanto más se tarde en actuar, mayores serán los costos para los gobiernos y la sociedad en general.
-Hay dos cosas: a nivel internacional, esta división que se arrastra entre países en desarrollo y países desarrollados, y el hecho de que estos países desarrollados deberían ser los primeros en dar pasos para alcanzar las energías renovables y para ahorrar energía, y, también, que en este momento, todos los países debemos hacerlo. Para 2050 se pronostica un aumento de 4º, si ahora, con un aumento de 1º tenemos en la Argentina estas inundaciones y estas sequías, con 4º nos vamos a estar friendo.
Para estimular las inversiones y promover la producción de energías renovables, la reforma prevé la obligatoriedad de consumo para los grandes usuarios, mecanismos de financiamiento de los nuevos proyectos, beneficios impositivos y mayor respaldo al desarrollo de equipamiento nacional. Uno de los aspectos centrales, radica en la obligación para los grandes consumidores de incorporar progresivamente un porcentual en la compra de energía de fuentes renovables. Dicho incremento es de 1% cada seis 6 meses, hasta alcanzar los porcentajes de consumo previstos (8% al año 2017, 12% a 2019, 16% a 2021, 18% a 2023 y 20% a 2025).
«El tema de las energías renovables es visto como un tema duro desde las ciencias y la tecnología, pero tiene una incidencia política y social muy importante y a eso apunta CAN-LA. En el mundo hay un 20 por ciento de la población que no tiene acceso a la energía eléctrica; y en la Argentina son dos millones de personas y de esos, dos tercios son estructurales, no tienen acceso a la red», explica Mercedes Esperon.
«Por supuesto, hay alternativas, pero la provisión de energía eléctrica en el país está centralizada. Si usáramos energías renovables, se descentralizaría, porque cada uno se alimentaría de su propia red. Y también eliminaríamos el transporte que encarece y poluciona. Sin embargo, todavía hoy se estigmatiza a las energías renovables diciendo que son caras.»