Luz Ballestero es una diseñadora argentina que ha logrado instalar su propia marca a fuerza de trabajo y talento. La distingue la búsqueda de modelos amplios que envuelven el cuerpo en perfecta comodidad, una moldería minuciosa y telas de excelente calidad. “Esta colección que titulé Vuelta a casa, se inspira en la teoría del bienestar (wellbeing), que plantea una conexión sensorial con los espacios y los objetos. Por eso, la presentación se complementó con sillas y almohadones, como un estar dentro del hogar”, señaló LB a NOTICIAS POSITIVAS.
“Trabajé en esta oportunidad junto con el laboratorio textil Tienda Mayor, que está en constante investigación y experimentación, y desarrolla textiles de fibras 100 por ciento naturales de origen nacional. Elegí chiffones, terciopelos, algodones, lanas y tejidos para unir lo sedoso con lo rústico y lo brilloso, con telas opacas y artesanales. Mandamos hacer especialmente los matelaseados de los abrigos y elegimos especialmente los colores”, asegura la diseñadora, que en su trayectoria cuenta también con haber trabajado en Italia para United Colors of Benetton. Tienda Mayor crea su propia paleta de colores junto a coloristas y tintoreros. Su circuito de producción, la tejeduría, la tintorería, la estampería, el corte y la confección se desarrollan en forma local. Las prendas de Luz Ballestero se equilibran. “La parte superior es talle único, siempre amplia y cómoda. Las mujeres ‘grandotas’ no tienen problemas para encontrar talle aquí, y si hay alguien que podría quedar afuera de mis prendas podría ser un XS, es decir, muy, muy “petite”. En las prendas inferiores sí hay varias opciones, y equilibran la silueta”, reflexiona la creadora.
Los nombres de las prendas aluden a espacios u objetos del hogar: pantalón Cielorraso, vestido Galería, remera Velador, campera Almohadón. La paleta de colores también incluye tonos que recuerdan el hogar: el peltre plateado, similar a un espejo, o el naranja terciopelo, parecido a la textura de la madera, se armonizan en los conjuntos. Aparece el verde inglés, los brillantes amarillo Ginko y naranja Flúo, además del gris, blanco, azul y negro, que son la base de la paleta. Con total naturalidad, Luz Ballestero se desliza con comodidad por la tendencia sin seguir la moda. Emplea los colores de la Gen Z (los flúo de la generación centennial) junto con los neutros y otros soñados e imaginados, fruto de una exitosa cocreación.