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Líderes en Río+20: es urgente actuar en la Reducción del Riesgo de Desastres

Por Humberto Jaime / Communication & Information Manager de la Oficina de Naciones Unidas para Riesgo de Desastres

Río de Janeiro, 22 de junio de 2012 – Río+20, la cumbre más importante de la ONU en su historia, cierra hoy con un llamado urgente a nivel mundial para acelerar la aplicación del marco internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres, adoptado por todos los Estados miembros de la ONU hace siete años.

Con un telón de fondo de 1,3 millones de personas muertas y 4,4 millones afectadas, así como 2 billones de dólares en pérdidas materiales y económicas causadas por los desastres desde 1992, en la también llamada «Cumbre de la Tierra», jefes y altos representantes de Estado instaron a «los Estados, al sistema de las Naciones Unidas, las instituciones financieras internacionales, las organizaciones subregionales, regionales e internacionales, y la sociedad civil a que aceleren la aplicación del Marco de Acción de Hyogo (MAH, 2005-2015) y la consecución de sus objetivos», en relación con el aumento de la resiliencia de las naciones y las comunidades ante los desastres.

«Pedimos que se aborde la reducción del riesgo de desastres y el aumento de la resiliencia ante los desastres con un renovado sentido de urgencia en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza, y según proceda, se integren en las políticas, planes, programas y presupuestos a todos los niveles y se consideren dentro de los futuros marcos pertinentes», cita el documento final, «El futuro que queremos», de la Conferencia Río+20 de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible.

Los mandatarios y líderes presentes observaron también «con grave preocupación el importante desfase que existe entre el efecto agregado de las promesas de mitigación de las partes para el año 2020 en lo que respecta a las emisiones anuales mundiales de gases de efecto invernadero y la trayectoria que deben seguir las emisiones agregadas para que haya una buena probabilidad de mantener el aumento de la temperatura mundial media por debajo de 2ºC o 1,5ºC con respecto a los niveles preindustriales».

Margareta Wahlström, la representante especial de la ONU para la Reducción del Riesgo de Desastres presente en esta Cumbre, elogió el enfoque de la Declaración Final sobre los niveles de riesgo en el futuro: «El potencial de desastres está siempre en aumento. Va a ser un reto mantener el nivel de seguridad necesario, especialmente con la superpoblación y la presión sobre la tierra, el cambio climático, el deshielo en los polos y el clima extremo».

La declaración contiene una sección sobre la reducción del riesgo de desastres que establece una base sólida para las discusiones sobre un marco post-2015 para continuar guiando a las naciones después de que el Marco de Hyogo finalice dentro de tres años.

«Hasta ahora, en nuestras consultas iniciales, las personas nos han expresado que debemos centrarnos en la integración de la adaptación al cambio climático y reducción del riesgo de desastres; es una cuestión de contar con políticas de apoyo, fortalecer las competencias institucionales y aprovechar los recursos existentes para hacer que las cosas sucedan. Además, nos dicen que no hay suficientes instrumentos para ayudar a los líderes locales en la gestión del riesgo urbano. Esto es importante porque una gran cantidad de trabajo para el desarrollo se lleva a cabo en las zonas urbanas», dijo Wahlström, quien es también jefa de la Oficina de la ONU para la Reducción del Riesgo de Desastres (Unisdr).

En este sentido, Ricardo Mena, jefe de la Oficina Regional para las Américas de la Unisdr, afirmó hoy en Río que «a través de la Campaña Mundial Desarrollando Ciudades Resilientes: ¡Mi Ciudad se está preparando! la Unisdr continúa extendiendo su red de aliados del sector público y privado, y sociedad civil, al nivel nacional y muy particularmente al nivel local, en beneficio de las comunidades que son las primeras en sufrir las consecuencias de los desastres y de responder frente a las crisis, y por ende deben saber qué hacer ante estas situaciones y, más importante aún, cómo reducir el riesgo».

Desde 2005, 193 Estados miembros han aprobado cinco prioridades del Marco de Hyogo y 133 gobiernos participan en la presentación de informes sobre su aplicación. Y de la mano de la Desarrollando Ciudades Resilientes: ¡Mi Ciudad se está Preparando!, más de 1000 ciudades en el mundo se han comprometido a reducir el riesgo a nivel local para complementar los esfuerzos nacionales, dentro de las que se destacan las llamadas «Ciudades Modelo» como North Vancouver, en Canadá; D.F, en México, y Santa Fe, en la Argentina, por citar algunas.

«Más de 81 países han puesto en marcha las Plataformas Nacionales para la Reducción del Riesgo de Desastres -cuerpos interdisciplinarios encargados de la vigilancia en el país de los avances en la reducción del riesgo-, y en las Américas estamos también fortaleciendo las capacidades e impulsando la autoevaluación a nivel de los gobiernos locales sobre la Resiliencia a Desastres», agregó Ricardo Mena.

Los gobiernos también resaltaron la importancia de crear fuertes vínculos entre la Reducción del Riesgo de Desastres, la recuperación y la planificación a largo plazo del desarrollo, tras reconocer una mayor demanda de «estrategias coordinadas e integrales» que integren la Reducción del Riesgo de Desastres y las consideraciones de Adaptación al Cambio Climático en la inversión pública y privada, la toma de decisiones y la planificación de las acciones humanitarias y de desarrollo para reducir el riesgo, aumentar la resiliencia y proporcionar una ágil transición entre el socorro, la recuperación y el desarrollo.

El texto cuenta con llamados de los más diversos actores –gobiernos, sociedad civil, comunidad científica, académicos y sector privado– a tomar medidas para reducir la exposición de personas, infraestructura, inversión y bienes nacionales a los riesgos, en línea con el Marco de Acción de Hyogo y un marco post-2015 de acción en Reducción del Riesgo de Desastres.

En otra parte del texto de Río, la importancia de la Reducción del Riesgo de Desastres en la planificación urbana se acentúa en una sección sobre ciudades sostenibles y los asentamientos humanos, mientras que en la sección sobre el fortalecimiento de capacidades, se destaca el papel de las Naciones Unidas para apoyar a los países en desarrollo por contar con «economías eficiente e incluyentes de los recursos «, así como por mejorar el conocimiento y la capacidad para integrar la Reducción del Riesgo de Desastres y la resiliencia a los planes de desarrollo.

En el marco de Río+20, gobiernos, organismos internacionales y organizaciones de la sociedad civil celebraron más de 40 eventos paralelos relacionados con la Reducción del Riesgo de Desastres, haciendo hincapié en su importancia en las áreas de salud, agricultura, vida urbana, suministro de energía, cambio climático y otras áreas. Miembros de la Delegación Oficial de la UNISDR participaron en todos los eventos.

Notas del Editor:

La Campaña «Desarrollando Ciudades Resilientes: ¡Mi Ciudad se está Preparando!», impulsada por la Unisdr, aborda las temáticas de riesgo urbano y gobernabilidad local. Sus diez aspectos esenciales cubren áreas como el fortalecimiento de alianzas locales para comprender y reducir el riesgo de desastres, la asignación de presupuestos e incentivos para inversión pública y privada en Reducción del Riesgo de Desastres, y la evaluación de la seguridad de escuelas y centros de salud para garantizar la continuidad de sus operaciones después de cualquier desastre, entre otras

El concepto de resiliencia se refiere a la capacidad de un sistema, comunidad o sociedad expuestos a una amenaza para resistir, absorber, adaptarse y recuperarse de sus efectos de manera oportuna y eficaz, lo que incluye la preservación y la restauración de sus estructuras y funciones básicas

Resiliencia significa la capacidad de «resistir a» o de «resurgir de» un choque. La resiliencia de una comunidad con respecto a los posibles hechos que resulten de una amenaza se determina por el grado de recursos necesarios con los que esa comunidad cuenta y es capaz de organizarse tanto antes como durante los momentos apremiantes

La Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (Unisdr) ha establecido cuatro objetivos estratégicos para desarrollar en colaboración con el sector privado, para una mayor integración de los esfuerzos mutuos en Reducción del Riesgo de Desastres: dirigir y coordinar, producir evidencia creíble, presentar y promover mayores inversiones públicas y privada, entregar y comunicar los resultados

 

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