La Nueva Economía es un movimiento global en constante crecimiento, y existen distintas formas de ser parte de él. La empresa B chilena Karün, dedicada a la fabricación y venta de anteojos sustentables, hechos de madera y plástico reciclados, es un ejemplo perfecto de nueva economía. Karün fue fundada por Thomas Kimber, un joven emprendedor chileno muy comprometido con el triple impacto, y quien está convencido de que el emprendedurismo es mucho más que simplemente la búsqueda de rédito económico.
«Nuestros anteojos son únicos. No hay ninguno igual a otro» dice Thomas Kimber. Esta no es una frase al azar, o elegida por un publicista como parte de una estrategia de marketing, sino que es una realidad, una consecuencia de la forma en que Karün decidió llevar a cabo su negocio. La empresa tiene dos líneas de anteojos, y cada una está hecha a base de materias primas reutilizadas: una de ellas, llamada «Nature», utiliza madera reciclada de bosques nativos de la Patagonia, y la otra, «Ocean», utiliza redes de pesca plásticas recicladas. Es importante destacar que la línea «Nature» utiliza solamente madera de troncos y ramas caídas y madera residual producto de demoliciones. Como bien dice Thomas, «nuestros diseños están pensados para adaptarse a las maderas que los bosques nos entregan».
A fines de 2016, Roberto Bravo (director de Karün) y Thomas Kimber (fundador de Karün), visitaron la selva colombiana del Chocó en busca de nuevos materiales para la producción de productos Karün. Allí, Andrea Méndez Brandam, directora de NOTICIAS POSITIVAS, grabó el testimonio en video que acompaña esta nota.
En medio de la selva, Thomas Kimber destacó que «el compromiso Karün es estar en constante contacto con la naturaleza, y trabajar con las comunidades locales, rurales, para ayudar y trabajar en conjunto, para empoderar a aquellas comunidades, para cambiar la forma en que funciona esta economía desde la colaboración y la no centralización, y para poder ver cómo podemos descubrir nuevos usos a los materiales naturales que existen, para transformarlos en un símbolo del cambio que podemos hacer en el mundo». Roberto Bravo, socio de Thomas y director de Karün, agregó que «nosotros lo que hacemos es pedirle a la comunidad, a la gente que conoce, que nos muestre qué cosas tienen, o creen que puedan tener potencial».