
Música en medio de la selva. Aves, mariposas y animales que solo allí podemos encontrar, a veces con dificultad. Este ha sido el escenario de “Iguazú en Concierto”, el Festival de Orquestas Infanto-Juveniles que se hizo en Puerto Iguazú, Misiones, en su ya tercera edición.
Con el padrinazgo del músico Gustavo Santaolalla, más de 700 chicos de todo el mundo concurrieron con sus instrumentos, sus voces y su alegría, para intercambiar sonidos, experiencias y amistad. ¿Cómo uniformarlos en medio de tanta diversidad? Los hermanos Alejo y Javier Estebecorena, ambos técnicos y diseñadores, tuvieron a cargo la tarea de crear remeras para los chicos argentinos con inspiración en el entorno de las Cataratas del Iguazú y de la selva misionera. Con un fuerte acento en los detalles y en la funcionalidad de las prendas, presentaron una propuesta sofisticada y divertida.
[soundcloud url=»https://api.soundcloud.com/tracks/47643174″ params=»color=c9d300&auto_play=false&hide_related=false&show_artwork=true» width=»100%» height=»166″ iframe=»true» /]
“La idea de las remeras se basó en dos factores que consideramos claves en la identidad del encuentro: por un lado, el entorno natural y su fauna, y por el otro, la juventud de los participantes”, cuenta Javier Estebecorena. Apostaron por animales característicos de la región, pero representados de un modo que fuera afín a los chicos que participan en el concierto.
Los diseñadores trabajaron sobre una paleta de colores ya definida para la escenografía, ampliándola para lograr mantener visibles y diferenciados seis grupos de músicos, según su procedencia o el tipo de instrumento que tocaran. Luego identificaron cada grupo con distintas imágenes de animales. Las remeras fueron confeccionadas en seis colores, cada uno con una exclusiva estampa diferente de alta definición, en jersey de algodón.
Los diseños de las remeras contaron con la simple y fuerte premisa de integración, en la
que los jóvenes se convierten en parte del entorno y su música se integra a los sonidos del espacio natural. Fue muy interesante ver a los chicos argentinos y de otros continentes, adivinando qué animalito era el que estaba representado sobre su remera. Porque a veces, la imagen no era tan obvia.
La idea y organización del Festival estuvo a cargo del Ministerio de Cultura, Educación, Ciencia y Tecnología de la provincia de Misiones y del Consejo Federal de Inversiones (CFI), la dirección general fue de Golden Company y la dirección aArtística de Andrea Merenzon.
Todo ocurrió justamente el día en que las Cataratas del Iguazú fueron declaradas como una de las Siete Maravillas del Mundo. Seguramente la semana que duró “Iguazú en Concierto” lo fueron.