Desde hace cuatro años, San Isidro cuenta con un nuevo espacio dedicado a la niñez: es el Museo del Juguete, en donde se desarrollan variadas actividades y propuestas vinculadas con el juego; tiene, además, una colección de juguetes que va de los años treinta a los ochenta. La colección más amplia fue reunida por Ricardo Olivera Wells (juguetes de hojalata, muñecas como la Marilú y juegos como el Meccano); y la otra colección, de juguetes caseros y populares, fue cedida por el artista plástico Jorge Meijide (Meiji).
NOTICIAS POSITIVAS entrevistó, a propósito del Día del Niño, a la directora de Cultura de San Isidro, la licenciada Eleonora Jaureguiberry, para que contara cómo se creó el museo y cuáles son sus actividades y su público.
N+: -¿Como hacen para convocar nuevas audiencias, para que los museos, como dijiste en una ocasión, estén vivos?
EJ: -Hay varias estrategias. En principio, comprender el juguete en toda su dimensión antropológica: es un objeto o un producto de la imaginación que viene desde el inicio de los tiempos. Por eso, hablar de juguetes nuevos o de juguetes antiguos es una división arbitraria. El juguete permite «objetivar» lo que pasa en el alma de las personas y no solo en los niños.
-El Museo del Juguete es nuevo.
-El Museo tiene cuatro años, y se fundó como un proyecto pedagógico muy claro, en un lugar muy emblemático de San Isidro, emplazado en Boulogne, que había sido un orfanato (el Instituto Dr. Carlos Arenaza), es decir, que el edificio ya tenía una relación con la niñez. Aquí hay juguetes en las vitrinas y juguetes para jugar, pero en el jardín no hay un solo juego, porque se juega con lo que se encuentra: con un palito o trepándose a los árboles. En realidad, es un museo incitador al juego.
-¿Cómo crearon su público?
-El parque del museo divide a un barrio de clase media de otro barrio de clase media baja, que tradicionalmente no tiene relación con los museos. Y vimos que los chicos no venían, y son los que más nos necesitan porque andan muy sueltos. Entonces el museo fue hacia ellos. Generamos programas para desarrollar en sus hogares, en sus clubes o en sus escuelas. Programas muy interesantes, muy comprometidos, en los que ellos eran los protagonistas: se trata de animaciones, que ellos hicieron con los propios materiales que había en sus casas (máquinas de fotos, teléfonos). Ellos escribieron los guiones e hicieron videítos de 30 segundos. Después, pusimos la «alfombra roja» y vinieron con sus familias al acto de presentación. Conseguimos que la TV local pasara los cortos, y quedó testimonio de lo que habían hecho. Hoy vuelven siempre al Museo.
-¿Hay una página en Internet?
-Sí, www.museodeljuguetesi.org.ar y también estamos en Facebook, en San Isidro/museo. Hay también un videíto nuevo, que forma parte del programa «Tejer la memoria», que hicimos con adultos mayores: con sus manos tejen los objetos que recuerdan o que representan su niñez (aprenden con un grupo de tejedoras), para contarles a las nuevas generaciones qué fue lo que era importante para ellos cuando fueron chicos.