Desde el 17 de diciembre pasado, todos los argentinos tenemos una nueva área protegida nacional: el Parque Nacional Patagonia. Se abre así una nueva esperanza para conservar al macá tobiano, los ambientes de las mesetas patagónicas y toda su biodiversidad. Es un Parque Nacional, es para siempre. Todo esto requiere el apoyo y el acompañamiento de los socios de Aves Argentinas.
Este nuevo parque es resultado del trabajo sostenido de un equipo grande de personas e instituciones que hace años tuvieron una visión clara y supieron sumar esfuerzos por objetivos comunes. El trabajo estuvo siempre guiado por la pasión y la alegría, pero sobre todo por la convicción de que el Parque Nacional era posible y necesario, como una herramienta imprescindible para la preservación y el desarrollo futuro de esta rica y hermosa región de nuestro país.
Nada termina acá, esto apenas está empezando. Pero el trabajo a favor de la vida en este lugar de la Patagonia tiene ahora el mejor marco institucional que un área natural protegida puede tener: es un Parque Nacional. De todos y para todos los argentinos, de éstas y de futuras generaciones.
A lo largo de estos pocos años -tan sólo cuarenta desde que el macá se descubrió para la ciencia en 1974- han pasado muchas personas por esta historia que hoy es Parque Nacional, todos ellos excelentes profesionales, apasionados por la naturaleza y en su gran mayoría socios de nuestra institución que hace años soñaron este parque y llevaron adelante un enorme trabajo para hacerlo realidad.
Mientras tanto, en la meseta los desafíos continúan. La temporada de nidificación de los macases acaba de comenzar y nuestro equipo de trabajo ya se está desplegando en la zona. Los guardianes de colonia van a pasar los próximos meses velando por que nazca y se desarrolle la mayor cantidad de pichones, evitando que sus nidos sean predados, recabando datos sobre su biología, trabajando con las comunidades locales.
Entre las novedades de esta campaña, queremos contarles que estamos poniendo a punto la flamante estación biológica «Juan Mazar Barnett», al pie de la meseta del lago Buenos Aires, facilitando a los investigadores y voluntarios infraestructura adecuada para llevar adelante sus tareas. Será la mejor plataforma para poder conocer más sobre el patrimonio natural y cultural que el Parque Nacional Patagonia ahora protege.