En ocasión del reciente encuentro realizado en Buenos Aires, NOTICIAS POSITIVAS mantuvo una comunicación telefónica con el activista alemán Dominicus Rohde, presidente de la Fundación Schengen por la Paz y fundador de la Fundación Mundial por la Paz.
N+: -¿Qué es la Fundación Schengen por la Paz?
DR: -Schengen es un pueblito muy pequeño, una aldea de 600 habitantes que se encuentra en Luxemburgo, en la frontera tripartita entre ese principado, Francia y Alemania. Durante los últimos 150 años hubo más guerra que paz. Hoy, desde hace 25 años que se vive paz en Europa, en gran medida gracias al tratado de Schengen, que permitió la libre circulación y la eliminación de fronteras de control entre países miembros. Con ese espíritu de Schengen, que representa un mundo sin fronteras, nuestra organización realiza cada año el Foro Mundial por la Paz. Cada año se elige un país anfitrión y allí se realizan los cinco días de conferencias, talleres y encuentros de pacifistas, activistas y ONG que trabajan por la paz. El año pasado, el encuentro fue en Rumania, y este año se realizará en Florianópolis.
–¿Cómo ve la cultura de paz en Latinoamérica? ¿Qué comparación se puede hacer con la cultura de paz europea?
-América Latina tiene la gran ventaja histórica de haber tenido pocos conflictos bélicos. Los han tenido, pero en mucho menor escala que en los últimos 3000 años de historia europea. Nuestro continente parece haber inventado la guerra y parece ser el centro mundial de las guerras y peleas armadas. En comparación, América Latina es un lugar esencialmente de paz. Más allá de algunos pocos conflictos bélicos, muchos de los cuáles contaban con participación europea, esto es un paraíso. No sé si la gente es muy consciente de esta realidad en América Latina, pero viniendo de Europa uno puede notar la diferencia cultural en la gente. Me tocó hablar con gente que realiza aquí en la Argentina un programa mediante el cual traen a palestinos e israelíes para que puedan convivir en paz. Aquí convive gente de distintos orígenes sin el menor problema. Creo que hay una tierra fértil, una plataforma para crear una paz mundial impresionante.
–¿Qué te imaginás que puede hacer la región?
-Creo que tienen esa tarea de llevar la convivencia, la real diversidad de la gente al mundo. Los Estados Unidos, por ejemplo, son conocidos por ser el lugar en donde todas las religiones, razas y nacionalidades se unieron para crear una sociedad nueva, y sin embargo uno puede observar muchos conflictos sociales que existen allí y además es innegable su participación en la mayoría de los conflictos bélicos del mundo. Lo que quiero decir es que las dos Américas se han desarrollado muy distinto en los últimos 400 años, y, aunque ustedes quizá no sean muy conscientes de ello, la cultura de paz que se vive en América Latina es producto de exportación al mundo entero, que sigue viviendo a diario conflictos bélicos.
-Qué interesante el concepto de la paz como un producto de exportación…
-Sí. Europa en los últimos años se entendía como la gran exportadora de unificación, de eliminación de barreras, pero lamentablemente a través de la triste situación de los refugiados, y la lamentable respuesta de muchos gobiernos europeos, esto ha cambiado. Hoy en día la Unión Europea se encuentra en riesgo por primera vez, y ya no somos exportadores de cultura de paz.
-En relación con el millón de refugiados que llegan a Europa, ¿es técnicamente posible que sean acogidos?
-Yo soy alemán, y mi país ha acogido al 90 por ciento de los refugiados en los últimos meses. El problema no es la gente. Ahora hubo elecciones en tres provincias, y la derecha extrema recibió un 20% de los votos en una provincia con pocos habitantes. Esto demuestra que el 80% de los alemanes no está de acuerdo con los extremistas. Indirectamente, la mayoría de los alemanes apoyan a Angela Merkel en su decisión de acoger a los refugiados. De hecho, la mayoría de los refugiados son recibidos por voluntarios, por cientos de miles de alemanes que en su tiempo libre reciben y ayudan a quienes más lo necesitan. La sociedad civil está en otra sintonía a la política actual, tanto en Europa como en América Latina. Esa es la gran esperanza del mundo. La sociedad está más madura que en otras épocas, y tiene mucha más idea de lo que sucede en el mundo. Tiene otro ritmo, mucho más acelerado que la lenta burocracia de la política.
–¿Cual es el rol de los medios de comunicación para sumar a una cultura de paz?
-Es una pregunta difícil. Cuando viajaba hacia la Argentina, leía en el periódico más popular de Alemania cómo estaban a favor de la recepción de refugiados, pero meses atrás ese mismo periódico estaba tratando de echar leña al fuego en contra de ello. Los medios tienen un rol importante para fomentar la cultura de paz, pero muchas veces se encuentran condicionados en cuanto a emitir una opinión. Los medios juegan un rol importante, porque tienen el poder de condicionar a la sociedad. Sin embargo, creo que con la aparición de Internet y de las nuevas tecnologías han perdido gran parte de aquel poder, lo cual es positivo, porque si no un hombre en una mesa de reunión de redactores decide, sin la legitimidad de haber sido elegido por un pueblo.
+INFO: worldpeaceforum.org