La energía a través de la biomasa puede provenir de desechos agrícolas, restos de poda, aprovechamiento de bosques, residuos de la industria maderera, entre otros. La Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) estima que el 10 por ciento de la energía primaria mundial procede de los recursos asociados a la biomasa. En nuestro país el 0,11 de la matriz eléctrica es a base de biomasa, una fuente renovable y limpia, que puede contribuir al mantenimiento de los bosques o a la valorización de residuos de la industria de la maderera o agrícola ganadera.
Como fuente de energía, la biomasa forestal tiene dos usos principales: como combustible no procesado, en aplicaciones térmicas domésticas, ya sea como leña para cocción, calefacción o generación de vapor, y como combustible procesado (briquetas, pellets, chips, carbón vegetal), utilizado en procesos térmicos o termoeléctricos industriales para generar vapor, calor o electricidad.
En la Argentina existe una importante oferta de biomasa forestal. Según la Asociación Forestal Argentina (AFoA), los residuos de foresto industrial (2 millones de toneladas/año), los residuos de plantaciones como podas, raleos y tala (5 millones de t/año), el aprovechamiento sustentable de bosque nativos (9 millones de t/año) y el residuo agroindustrial (9 millones t/año) representan un potencial térmico de 6200 megawatts (MW).
Entre las ventajas de la energía térmica a base de biomasa, AFoA destaca la mejora en la competitividad empresarial debido al menor costo de la energía (25 a 35 %). Los usos de la biomasa forestal para generación térmica son variados. El 80 % de la hotelería de Iguazú, por ejemplo, cuenta con calderas a base de pellets para calefacción y agua caliente. Las usinas lácteas, aceiteras, secadoras de yerba mate, fábricas de vidrio y la misma industria maderera aplican chips o pellets provenientes de los residuos forestales en sus procesos.
A través del programa RenovAr, en sus rondas se adjudicados 18 proyectos por 158 MW de potencia para energía eléctrica proveniente de biomasa, con un precio promedio de 116,5 dólares/MWH (megawatt hora). La provincia de Corrientes se destaca con la mayor adjudicación de potencia para proyectos de biomasa forestal.
Juan Benassi, socio gerente de la empresa AGVE señala: “Vemos un potencial grandísimo; por un lado, hay una disponibilidad importante de residuos forestales y por otro, hay una capacidad muy grande de movilización de tierras para ser incorporadas a la producción forestal. Tierras que no tienen uso alternativo como el agrícola ganadero y que podrían destinarse a la producción de biomasa con fines energéticos. En la primera ronda del RenovAr fueron pocos los proyectos, pero en la segunda fueron aumentando, se ve una tendencia positiva”.
Este mes de julio se firmaron cuatro nuevos contratos de abastecimiento de energía eléctrica entre la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) y las empresas adjudicadas en el RenovAr 2.0. Una de ellas es Unitan Saica, dedicada a la producción de tanino vegetal, un compuesto extraído del quebracho colorado. El proyecto estará ubicado en Puerto Tirol (Chaco) y consiste en una planta de biomasa de 6,6 MW que produce energía eléctrica a partir del residuo del proceso del quebracho.
Roberto Wittner, gerente comercial de Unitan, afirma: “Nosotros veníamos haciendo uso de nuestra biomasa para fines térmicos dentro de nuestro proceso. La ventaja de RenovAr es que otorga mejores precios que permiten una inversión en equipamientos más eficientes. Ahora podremos con la misma cantidad de biomasa generar vapor para la turbina de generación eléctrica y a su vez el vapor restante será utilizado de forma térmica en nuestro proceso productivo”.
La generación de electricidad a partir de biomasa garantiza una potencia firme. Además, de acuerdo con Probiomas (Promoción de la Energía Derivada de la Biomasa. Ministerio de Energía, Ministerio de Agroindustria y FAO), una planta de energía eléctrica de 1 MW de potencia genera 50 puestos de trabajo directo en la obra, y en operación al menos otros ocho puestos.
Benassi remarca que una de las cuestiones a considerar en los contratos del RenovAr para la promoción de la energía eléctrica a partir de la biomasa es el precio fluctuante de la fuente. “Los contratos de Cammesa en la licitación deben contemplar una cláusula gatillo de recomposición de precios, que modifique el valor de la energía eléctrica si se modifica el valor del combustible biomásico. En los casos de la energía eólica o solar no se paga un costo por el combustible y se puede garantizar un precio a largo plazo. En los proyectos de biomasa no se puede prever un valor fijo a 20 años, sino hay que ponerle un sobreprecio tal para asegurar el negocio que hace que el proyecto no sea rentable.”
Wittner señala que Unitan tiene más de 100 años en el rubro y como su insumo es el residuo del proceso se pueden comprometer a un plazo de 20 años. Además, destacan que, si bien ya forestaban, esto permite planificar mejor y a más largo plazo. “El 85 % de nuestras ventas son al exterior. No podemos trasladar los aumentos del mercado nacional al producto. La energía es una de las maneras de reinvención, hacer un uso integral del recurso, cada vez más eficiente, para que el negocio siga siendo sustentable. Primero hacíamos energía térmica para la planta, después empezamos a vender el residuo como energía térmica (pellet) para otras industrias y ahora vamos a vender energía con mucho más valor agregado ya que vamos a generar electricidad.”
En cuanto al futuro del sector forestal para fines energéticos, Benassi, expresa: “Los proyectos que fueron adjudicados se nutren de residuo industrial de la madera. Estos proyectos tienen un horizonte limitado porque el residuo solo puede expandirse en la medida que se expanda la actividad que lo produce. Pero hay otro territorio de expansión, el de la producción de biomasa forestal con el fin de ser utilizada energéticamente, lo cual implica utilizar otro tipo de variedades, cultivos más intensivos, bajar costos, etc. Hacer una plantación forestal desde el origen con una visión de aprovisionamiento energético. Esta cuestión todavía no se ha activado, pero a partir del RenovAr se abre una nueva oportunidad para el sector”.
FUENTE: Revista ENERGÍA POSITIVA #8