Fue grato, muy grato, retornar después de muchos años a La Poesía, bar que conocí casi en sus comienzos, cuando el poeta –y en ese entonces jefe de Correctores del diario Clarín– Rubén Derlis era su dueño. Hoy el dueño es otro, pero los maníes con cáscara siguen siendo el sello de este Bar Notable, en el límite justo entre San Telmo y Monserrat, porteño por los cuatro costados y un lugar ideal para el homenaje que se hizo, el sábado 27 de octubre, en la planta alta, a los 75 años de la publicación de Voces, la obra inmortal del poeta ítalo-argentino Antonio Porchia.
¿Cómo, por qué, una única obra, un libro de aforismos titulado Voces, es considerado por muchos como una de las obras maestras de la literatura argentina? Al cumplirse ya 75 años de esa primera publicación, en agosto de 1943, por Agrupación de Gente de Arte y Letras «Impulso» , dos integrantes de esa entidad –su presidente, Diego Alberto Barovero, y el vocal titular arquitecto Horacio Spinetto– celebraron la jornada dedicada a los Bares Notables porteños, reuniendo a amigos y conocidos, todos lectores fervorosos de las Voces de Antonio Porchia, en ese bar de Chile 502 que tiene ya su propia e imbatible historia literaria.
Barovero y Spinetto fueron contándoles a los presentes cómo empezó todo. La relación de Porchia con Impulso, casi desde la fundación de la agrupación en el barrio de La Boca; la publicación inicial de Voces, y cómo, en 2014, un grupo de sus directivos y socios pudo, con el generoso apoyo del Club Boca Juniors, editar el libro La Palabra Esencial – Antonio Porchia y sus Voces, en homenaje a esa señera publicación de 1943.
Voces ha sido admirado por muchos escritores de todos los tiempos: Borges, el primero, pero también el escritor, sociólogo y crítico literario francés Roger Caillois –»por esas líneas yo cambiaría todo lo que he escrito», recordaron Barovero y Spinetto que le dijo a Antonio Porchia sobre su libro–, el escritor, poeta, ensayista y teórico del surrealismo André Breton, o, más acá en el tiempo, nuestros Alejandra Pizarnik y Roberto Juárroz, por solo mencionar algunos.
Por eso llegó el momento muy esperado: oír la lectura de aforismos, de esos aforismos que son los preferidos de los dos presentadores y de todos los asistentes, encantados de recordarlos en la voz de barítono de Barovero. Por ejemplo, «Se vive con la esperanza de llegar a ser un recuerdo» o «El dolor no nos sigue: camina adelante». Así, de esa manera tan nostalgiosa, el espíritu de Antonio Porchia, sus Voces y la historia del barrio de La Boca se enseñorearon por más de una hora y media de La Poesía. Hubo, incluso, un momento, al final, para que los aficionados xeneizes –los seguidores de Boca Juniors que resultaron ser varios en la reunión– demostraran su adhesión al club de sus amores con un cántico de cancha, festejado por partidarios de clubes rivales como Independiente o Racing, también presentes en La Poesía. Una fiesta de la cultura en todo su lato sentido.
