“El coprocesamiento en la industria del cemento es una alternativa de gestión sustentable y eficiente para ciertos residuos no reciclables, que permite reutilizar su energía remanente y reciclar su contenido mineral, sin generar, a diferencia de otros tratamientos térmicos, ningún tipo de ceniza ni material residual”, sostuvo la ingeniera Gabriela Guzzo, gerente de Planemiento, Supply Chain y responsable de Recycomb.
El coprocesamiento consiste en la integración ambientalmente segura de residuos generados por una industria o fuente conocida a otro proceso productivo. El coprocesamiento convierte los residuos en recursos. La industria cementera, a través del coprocesamiento, recupera la energía y la materia contenida en los residuos para utilizarla en la producción de cemento. Las virtudes del proceso principal garantizan la eliminación segura de los residuos reincorporándolos al proceso productivo y aprovechando las óptimas condiciones de operación de los reactores del proceso de fabricación del clinker.
NOTICIAS POSITIVAS recorrió las instalaciones de Recycomb, desde el laboratorio hasta los espacios donde se almacenan los residuos. Hay productos cosméticos como coloraciones capilares o sopas deshidratadas esperando su proceso de transformación. Pero también hay residuos peligrosos que dejan de serlo cuando su fórmula química comienza a cambiar en el coprocesamiento. Todo esto se estudia en un trabajo previo en el laboratorio que adelanta todos procedimientos.
El Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) autorizó a Loma Negra a utilizar en sus hornos de Buenos Aires combustibles sólidos derivados de residuos, elaborados con una parte de los residuos sólidos urbanos, que no son ni reutilizables ni reciclables.
Esta corriente de residuos posee poder calórico y tiene actualmente como destino final el enterramiento. Se trata de la primera experiencia con residuos sólidos urbanos en el país.
Recycomb, empresa operadora de residuos creada por Loma Negra en 1997, elabora combustibles alternativos a partir de distintos tipos de corrientes de desechos.
La empresa tiene una capacidad de producción de 106.000 toneladas año de combustibles alternativos derivados de residuos, de las cuales 30.000 toneladas son combustibles líquidos, 36.000 combustible sólido y 40.000 combustible triturado.
El combustible elaborado en Recycomb se transporta hacia la ciudad de Olavarría en donde se utiliza en los hornos de Planta L´Amalí y Planta Olavarría.
Esta forma de elaboración de combustibles alternativos permite aprovechar el poder calorífico de ciertos tipos de residuos como desechos sólidos urbanos, barros industriales, tierras impactadas con hidrocarburos, biomasa forestal, neumáticos usados, aceites, emulsiones, derivados de la actividad petrolera y química, harinas, grasas, disolventes, pinturas y barnices, entre otros.
El coprocesamiento fomenta nuevas actividades económicas y de empleo local para el preacondicionamiento de residuos y subproductos industriales destinados a su reutilización en plantas. “Es importante que la legislación de los diferentes ámbitos, nacional, provincial y municipal, acompañe este proceso con normativas que promuevan el uso del coprocesamiento, de manera de alcanzar los niveles de sustitución de combustibles alternativos similares a los de otros países”, sostiene Guzzo.
La Comisión de la Unión Europea y las Directrices Técnicas sobre el Coprocesaimento, incluidas en el Convenio de Basilea, al cual la Argentina adhirió en 1991, reconocen al coprocesamiento como la principal alternativa de aprovechamiento eficiente de residuos no reciclables, destacando su contribución hacia la reducción de las emisiones de CO2 y una solución ambientalmente correcta a los residuos.
Desde la década del 70, las compañías de cemento utilizan en el mundo ciertos residuos seleccionados y preacondicionados como fuente de materia prima y energía en el proceso. Actualmente, el coprocesamiento es una actividad avalada por la Comunidad Europea y los países más avanzados en políticas de protección ambiental, haciendo realidad una economía circular.
En Europa ya existen hornos que logran el reemplazo de más del 50 por ciento de combustibles fósiles por mezclas de residuos
En conclusión: el coprocesamiento reduce la utilización de los espacios en los rellenos sanitarios, es una solución para los municipios y limita las emisiones globales de gases de efecto invernadero.