El Centro de Estudios de la Educación Argentina de la Universidad de Belgrano presentó un trabajo sobre la educación pública en el Conurbano Bonaerense, cuyos datos llaman a prestar urgentemente más y mejor atención a la situación actual de gran parte de los alumnos en la Argentina.
NOTICIAS POSITIVAS entrevistó al doctor Alieto Aldo Guadagni, director de ese centro de estudios y miembro de la Academia Nacional de Educación, sobre este informe que analiza cinco puntos de particular importancia.
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En primer lugar, es importante destacar que el grueso del incremento en la matrícula de jardín de infantes en el Conurbano fue en institutos privados. “Más de 70 de cada 100 niños que se incorporaron al jardín de infantes lo hicieron en el ámbito privado. Esta es una tendencia que reafirma la desigualdad”.
El tercer punto se refiere a la graduación de la escuela secundaria. En el Conurbano Bonaerense este índice retrocedió de 2003 a 2011 en un 28%. “Esto es muy importante porque está estadísticamente demostrado que quien no tiene un título secundario difícilmente pueda acceder a un buen empleo o, al menos en blanco”, comentó Guadagni.
El cuarto tema es el incumplimiento de la provincia de Buenos Aires de la Ley de Educación Nacional, según la cual hacia 2010 el 30 por ciento de los chicos de las escuelas estatales primarias tendrían que estar en doble jornada. “En el resto del país la doble jornada es de alrededor del 6 o el 7 por ciento, pero en el Conurbano no llega al 2%”.
Finalmente cabe mencionar que la provincia de Buenos Aires, hace 15 o 20 años, estaba segunda en todas las evaluaciones de calidad que hacía el Ministerio de Educación, detrás de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Según este informe, ahora el Conurbano es el peor de los 24 distritos.
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Uno de cada cuatro argentinos vive en el Conurbano, y allí está el núcleo duro de la pobreza, la exclusión social, la indigencia, la marginalidad y la falta de oportunidades. En este sentido, la educación cumple un rol esencial y lo más preocupante es que este tema está fuera de la discusión, no está en la agenda.
[alert type=»green»]Guadagni destacó que en la campaña electoral estuvo muy presente el tema de la seguridad, “pero la pregunta que debemos formular es si puede haber seguridad a largo plazo en la Argentina sin igualdad de oportunidades en las escuelas. Un chico que no termina la escuela secundaria, que está marginalizado, es candidato a ser usado por los sicarios del tráfico de drogas”.[/alert]
Otro aspecto significativo del sistema educativo es su absoluta desigualdad por nivel social y por región. “No se pueden comparar los índices de escolaridad de la ciudad de Buenos Aires con los del Conurbano o los de Chaco, Formosa, Misiones, -destacó Guadagni-; la Patagonia, en cambio, tiene buenos índices.» Esta problemática está relacionada con la falta de recursos, que es falta de voluntad política: “Chile no es más rico que la Argentina en relación con el PBI por habitante e invierte más en educación”.
A su vez, en la comparación con otros países latinoamericanos, Guadagni resaltó que “el calendario escolar en Cuba es de 200 días con más de 5 horas de clase. Un chico cubano, cuando termina los seis años de la primaria, tuvo seis mil horas de clase, un 30 por ciento más que un chico argentino».
Finalmente, en relación con la educación universitaria, el director del CEA sostuvo que en otros países del continente “se exige algún tipo de examen o acreditación para ingresar, pero que los resultados en término de graduación son mayores”. Así, en Ecuador se necesita obtener más de 500 puntos en un examen en el cual el máximo es 1000 para acceder a la universidad. “Si saca menos, vuelva el año que viene; si saca 500, puede elegir cualquier carrera excepto dos facultades que requieren más de 800 puntos, Medicina y Magisterio. A su vez, los que sacan más de 900 son becados para estudiar en el exterior en las 50 mejores universidades del mundo”.
El problema en Argentina para Guadagni es que se garantiza el acceso libre, pero no hay graduados.