El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible nacional publica a diario el reporte del Sistema Nacional del Manejo del Fuego, en el que se detalla el estado de los incendios activos o extinguidos en el país, provincia por provincia, y departamento por departamento.
El informe incluye también información sobre algunos impactos ambientales del fuego sobre el medio biológico. NOTICIAS POSITIVAS comparte este conocimiento para aportar a la concientización del cuidado de los bosques y la lucha contra los incendios (ver también https://noticiaspositivas.org/brigadistas-historico-reconocimiento-laboral-parques-nacionales/).
Al día 14 de marzo de 2021 este es el estado de los fuegos en la Argentina
Provincia de Río Negro:
- Bariloche (Cuesta del Ternero – El Bolsón): Contenido
- Bariloche (El Boquete): Activo
Provincia del Chubut:
- Cushamen (Las Golondrinas unificado con Cerro Radal): Activo
- Cushamen (Las Pataguas y Cholila): Controlado
- Futaleufú (El Comisario): Controlado
- Tehuelches (Solis): Activo
Provincia de Buenos Aires:
- Zárate (Isla Talavera): Activo
- Pinamar (Cariló): Contenido
- Tandil (Cantera Los Naranjos): Activo
Provincia de Entre Ríos:
- Diamante (Pre Delta): Controlado
Provincia de Neuquén:
- Aluminé (Moquehue): Controlado
Provincia de Misiones:
- Capital (Campo San Juan): Extinguido
Provincia de Santa Cruz:
- Güer Aike (Turbo viejo): Controlado
¿Qué produce el fuego?
El fuego genera una alteración significativa en el sistema natural que provoca: la pérdida de biomasa, estructura vegetal, fragmentación de hábitats y pérdida de especies endémicas de la región.
Se ven afectados los servicios ecosistémicos que brindan los distintos ambientes, como los valiosos servicios que aportan humedales y bosques. El impacto más notorio sobre la fauna se presenta en la pérdida de su hábitat y nichos ecológicos, lo que reduce la diversidad y su abundancia relativa, con un efecto prolongado en el tiempo luego del fuego.
Cómo afectan los incendios el hábitat de los animales
Mientras la destrucción de los hábitats de los animales afecta particularmente a las especies con menor movilidad, por otro lado otras escapan del incendio refugiándose en otros sitios. A su vez, generan una presión sobre el nuevo ambiente en el que se refugian y provocan desequilibrios en el ecosistema.


Asimismo, la competencia entre especies es mayor, escasean fuentes de agua y especies para la alimentación, afectando consecuentemente las redes tróficas del sistema. Desde otra perspectiva, la biomasa en combustión genera transferencia de calor al sistema suelo. Los organismos del suelo y los procesos relacionados con el fuego están fuertemente condicionados al régimen térmico e hidrológico del medio en que habitan.
La temperatura que va tomando el suelo en profundidad depende de la intensidad del fuego, de la carga de combustible vegetal, de la duración del fuego y de la humedad retenida en el suelo.
Finalmente, las alteraciones biológicas se inician a un rango de 40-70 ºC con la degradación de las proteínas y la muerte de los tejidos. La muerte de las semillas puede ocurrir en un rango de 70-90 ºC, dependiendo del tipo de organismos.
La muerte de microorganismos ocurre a temperaturas entre 50-120 ºC, y aquí los hongos son menos resistentes que las bacterias. Los microorganismos facilitan el ingreso de importantes nutrientes a las plantas y están involucrados en la sustentabilidad de un suelo en términos de almacenamiento, ciclado de nutrientes y procesos biogeoquímicos de un ecosistema.
Consecuencias sobre el suelo de los incendios
Si bien hay muchas variables que influyen en la forma en que los incendios impactan, como tipo de suelos, contenido de agua, tiempo de exposición, vegetación, entre otros, se puede mencionar que las alteraciones físico-químicas ocurren a temperaturas más altas que las biológicas.
La materia orgánica comienza a experimentar cambios internos en un rango de 200-310 ºC, aunque puede empezar a consumirse a temperaturas más bajas. A temperaturas mayores a 300 ºC se consume casi todo el mantillo y a los 450 ºC la materia orgánica. En fuegos de severidad baja, la temperatura del suelo no supera los 130 ºC en superficie y 50 ºC a los 5 cm. Cuando ocurre un calentamiento severo del suelo, la temperatura puede ser cercana a los 700 ºC en la superficie, algo mayores a los 250 ºC a los 10 cm y puede exceder los 100 ºC a los 20 cm de profundidad. De esta manera, se generan condiciones que favorecen la degradación del suelo: mayor exposición a condiciones climáticas extremas, aumento en la tasa de mineralización del humus y pérdida de la estabilidad de los agregados, aumento en el escurrimiento superficial, aumento en la susceptibilidad a la erosión y a la compactación, disminución en la capacidad de almacenaje de agua, entre otras cosas.


Por otro lado, la pérdida de nutrientes está en función de la severidad del fuego. En este sentido, la velocidad de liberación de nutrientes por la quema es mucho mayor a la del proceso biológico, y esos nutrientes no pueden ser captados por la comunidad vegetal a la velocidad de liberación. Los procesos claves durante e inmediatamente después del fenómeno son la convección de cenizas, la volatilización, mineralización, erosión, escurrimiento y lixiviación. La escorrentía superficial, puede producir el transporte de las cenizas y por lo tanto los nutrientes contenidos en ellas, a las partes bajas de los relieves ondulados e inclusive a cursos de agua superficiales que pueden tener cambios en el pH. Las columnas de humo, que se generan por corrientes convectivas o simplemente por los vientos, también transportan cenizas.
+ INFO: https://www.argentina.gob.ar/ambiente/fuego/reporte-marzo-2021