Iván Orloff y Francisco Galeazzi son los fundadores de la productora audiovisual Huellas, cuyo propósito es dar visibilidad a organizaciones que desarrollan tareas solidarias. “Damos vida y creatividad a organizaciones que están cambiando el mundo y haciendo algo positivo para transformar una realidad. Contamos estas historias”, señala Galeazzi.
Noticias Positivas: -¿Cuál es la historia detrás de Huellas?
Francisco Galeazzi: -Siempre estuve trabajando con la fotografía y lo sumé al compromiso social. Y en un viaje que realicé a Mozambique, con una organización que se llama Somos del Mundo, fui a construir aulas pero por las dudas llevé la cámara. No sabía si la iba a poder usar porque íbamos a comunidades rurales donde no había Internet ni cómo cargar la batería. Pero me prestaron una, me quedé un mes y pude reflejar situaciones que, pensé, se debían mostrar. Entonces no sabía filmar muy bien pero lo hice sin parar. A la vuelta, fue un año de aprender a editar y a contar una historia. Hice un documental de 10 minutos para mostrar lo que fue ese viaje, la organización y Mozambique. Lo presenté en un evento en casa a beneficio de la organización. Así nació Huellas.
Iván Orloff: -Yo trabajaba en una productora de música y le venía haciendo el seguimiento a Huellas. Me gustó su proyecto y, más allá de que generaba material audiovisual que es lo que más me gusta, tenía esta cuota de dejar algo que tenga una repercusión social, de impactar de manera positiva. Era diferente de donde yo venía haciendo, que se trataba de entregar material solo por cumplir con la tarea. Lo llamé a Francisco y le dije que quería participar, me arriesgué a renunciar y a estar en esto que hace Huellas y lo que provoca.
-Han acompañado muchas organizaciones. Hoy todo el mundo hace videos o sube fotos, pero ustedes le dan el toque profesional. ¿Cuál sería esa diferencia?
IO: -Un buen trabajo de seguimiento desde el vamos. Tratamos de conectar, de estudiar, de generar todo el lineamiento de producción audiovisual como trabaja una productora convencional y le agregamos el plus del trabajo con Panchito para que no sea una máquina de hacer chorizos sino que cada trabajo tenga un tratamiento especial. Una historia no es igual a otra.
-¿En qué lugar se encuentra hoy Huellas?
FG: -El año empezó complicado, pero después comenzó a tomar forma. Al principio, por la cuarentena, no podíamos salir a grabar, pero de a poco nos fuimos acomodando y empezamos a mostrar lo que están haciendo las organizaciones. Y lanzamos una tienda online con productos, que son las fotos, cuadros y distintos productos que envuelvan lo que significa contar una historia o que a nosotros nos lleve a contar una historia: un cuaderno para anotar una historia o una mochila para salir a grabar. Nuestra idea fue que la tienda tuviera algo de impacto social, entonces la lanzamos en conjunto con cuatro organizaciones para llevarles bolsones. Al terminar la campaña de dos meses, vendimos alrededor de 100 cuadros y habíamos donado 200 bolsones. El próximo objetivo de la tienda es juntar los fondos para hacer un taller social de fotografía en alguna organización de algún barrio vulnerable, porque aprendimos que la fotografía es una herramienta que te deja comunicar de una manera increíble. Qué mejor que esa cuota de profesionalismo para que un chico con una cámara en un barrio vulnerable se lance a registrar lo que pasa.
-¿Qué aprendió en lo personal cada uno de ustedes con este proyecto tan ambicioso?
FG: -Es una cosecha diaria de aprender todos los días algo distinto. Con cada organización, se aprende que desde el lugar en que estamos siempre se puede generar un cambio, se puede ayudar. Si te gusta el fútbol, ponete a jugar, si te gusta el arte, ponete a dibujar. Hay que estar en el lugar que nos gusta, no hay que ir al lugar que no nos gusta y forzarnos. Agarrá lo que te gusta, dedicale un poco de tiempo al otro y con eso se puede hacer un impacto increíble. A mí me pasó que puse la fotografía en las ganas de ayudar y se creó esto que es muy lindo.
IO: En mi caso, desde un lugar más profesional, la experiencia fue dejar de lado los egos y, con los pies en la tierra, aprender de las personas. Cada historia es muy distinta; cada vez que salimos a grabar, vuelvo muy triste o muy contento porque la realidad a veces es muy dura, muy diferente de la nuestra, pero en esa cuota de diferencia tratamos de trabajar para que tenga mayor impacto, más fuerza, y dar lo mejor de nosotros para que quede lo más profesional, lo más estético, que pueda tener mayor repercusión y ayude.
-¿Cuál sería ahora el mayor desafío para Huellas?
FG: Primero hay que entender una organización para ir a grabarla, no se puede sin saber quiénes son las personas que están y en qué forma trabajan. Es un lindo desafío con cada proyecto. Después está la parte organizacional, ver los presupuestos, buscarle la vuelta a los nuevos proyectos, contar historias con profesionalismo, que ninguna organización se quede sin tener cerca a Huellas. Y convertirnos en Empresa B.
+ INFO: contacto, info@huellas.org