Ledesma y la Fundación ProYungas presentaron un trabajo en conjunto en el marco de un plenario del CEADS (Consejo Empresario Argentino para el Desarrollo Sostenible). Se trata de un caso práctico en la Argentina de capitalismo consciente: Ledesma es una empresa que a través del trabajo en conjunto con una ONG logra mejorar su impacto y generar a su vez un valor social mayor. De alguna manera generan lo que llamamos una cultura consciente y resulta en un formato de economía posible y sustentable desde la cultura de la organización.
N+: ¿Qué pueden aprender otros empresarios de éste caso en particular?
– En principio, se puede aprender a trabajar con una ONG, que es más crítica desde afuera, y contribuye no solamente con la visión crítica, sino también con los problemas que aparecen. De hecho, la relación entre Ledesma y la Fundación ProYungas empezó hace 10 años o más cuando Ledesma tuvo un conflicto porque quería hacer un desmonte pequeño, amparado por la ley, que recibió quejas de organizaciones ambientalistas. Alejandro Brown, presidente de ProYungas, se acercó a la empresa con un plan de ordenamiento territorial para que veamos con sustento científico que áreas podían servir para la producción y cuáles debían destinarse a la preservación. Así comenzó un diálogo, que en un principio estaba teñido por la desconfianza mutua, pero que luego derivó en un primer acuerdo que a su vez llevó a muchos acuerdos posteriores. Entonces, para las otras empresas es un caso interesante porque demuestra que algo que se origina por una coyuntura particular puede dar lugar a la conversación entre dos organizaciones diferentes con culturas distintas y va llevando a una relación que se va mejorando en el tiempo, y lleva a soluciones mucho mas amplias que la original. Hoy Ledesma preserva 100 mil hectáreas de Yungas en Jujuy.
