Parece una redundancia seguir insistiendo sobre las bondades aportadas hoy por la tecnología y la ciencia, que han pasado a ser un tema de todos los días y abarcan todos los campos de la actividad humana. Sin embargo, destacarlo a menudo sirve también para darles su justo lugar en nuestras vidas y comprenderlas mejor.
Las nuevas familias surgidas mediante las distintas técnicas de reproducción asistida (TRA), como es el caso de nuestras entrevistadas de la semana pasada –hay una edición de un libro, Una historia especial, para explicarles a los niños de madres solteras cómo y por qué llegaron ellos a la vida– les deben mucho a estas dos disciplinas, pero también les deben a ellas medios de comunicación como la televisión y la radio, que se ven fortalecidos y complementados con softwares que revolucionan los multimedios.
¿Dónde estaría lo permanente en estos cambios continuos a los que nos vemos sometidos? En el caso de las familias con una nueva constitución la esencia es la misma que en las tradicionales: el amor y el deseo de estar unidos. Y una mejor comunicación sigue siendo la meta de cualquier representante de medios, ahora reforzados por la posibilidad de alcanzar cualquier rincón de la tierra con información de calidad en el momento oportuno.