MADRID.- Cada vez más personas observan con preocupación la deriva que está tomando la sociedad occidental. Sociedad a la que mueven fundamentalmente valores materialistas, como la obtención del máximo beneficio a corto plazo, el consumismo o la búsqueda del placer inmediato. Sin embargo, los resultados de esta manera de actuar suelen ser a menudo muy diferentes de los esperados: crisis, pobreza, desigualdad, destrucción de la naturaleza, etc. De ahí que sea necesario que la humanidad se pregunte qué es lo que está haciendo mal, qué es lo que está fallando, y que se plantee la exploración de nuevos, o quizá no tan nuevos, referentes. Esto es lo que plantea la película francesa En búsqueda del sentido, producida por Kamea Meah y dirigida por Nathanaël Coste y Marc de la Ménardière.
El punto de partida del film es el encuentro de dos amigos de la infancia, que acabarán siendo también los dos directores de la película. Este encuentro entre Nathanaël y Marc en Nueva York se produce tras diez años sin verse. Tiempo en el que sus trayectorias vitales han seguido caminos muy diferentes: Nathanaël acaba de terminar una película ambientalista en la India, mientras que Marc se dedica a exportar agua embotellada para una multinacional. Sin embargo, a pesar de que este último podría ser calificado como un “triunfador” según los estándares occidentales, hay algo dentro de él que le hace no estar del todo contento con su vida.
Poco después del encuentro de los dos amigos, un accidente deja postrado en la cama a Marc una temporada. Buena parte de ese periodo de inactividad lo aprovecha para ver una serie de documentales que Nathanaël le deja en relación con la “mercantilización del mundo”. Entonces su desazón vital y su necesidad de encontrar respuestas a las preguntas e inquietudes que rondan su mente aumentan todavía más. Hasta que Marc toma la decisión de cambiar de rumbo y encontrarse de nuevo con Nathanaël en la India, donde empiezan una epopeya improvisada.
Una búsqueda que se convirtió en película
Recientemente, NOTICIAS POSITIVAS tuvo la oportunidad de conversar con Nathanaël Coste con motivo del estreno de En búsqueda del sentido en esta ciudad. Durante la charla, quedó claro que esta película es muy especial y difícilmente clasificable: no es una película medioambiental, ni de viajes, ni tampoco realmente de ficción, ni cien por cien documental.
“Empezamos esta aventura viajando juntos por la India. Pero, al principio, nuestra intención no era hacer una película. Aunque sí que llevábamos equipo para grabar, pero nuestra intención era solo grabar algunos encuentros. Más adelante, en una segunda etapa de viajes, es cuando decidimos aprovechar el material para hacer una película. De ahí que nuestra película sea como un ovni, un objeto no identificado. Lo que nos fue pasando acabó transformando mi intención inicial”, explica Nathanaël.
En este primer viaje a la India, Nathanaël y Marc se encontraron con personalidades de la ecología y la espiritualidad de la talla de Vandana Shiva y Satish Kumar. “Vandana Shiva transmite un importante mensaje en la película: nos dice que todos los problemas que vemos en la sociedad y en la economía están originados por un modo de pensar que separa al hombre de la naturaleza”, destaca el director.
Kumar también insiste en esta misma idea de volver a conectar con el medio natural. Por ejemplo, para crear una economía más sostenible y humana, como señala a Marc en una escena dentro de la propia cinta: “Debemos inspirarnos en ella (la naturaleza) para crear una economía basada en sus ciclos”.
Tras este viaje, ambos amigos vuelven a su Francia natal, donde estuvieron visionando el material grabado. Es en ese momento cuando surge la idea de convertirlo en una película. Proyecto que les llevó a recorrer otros muchos lugares del mundo, equipados con una pequeña cámara y un micrófono, en búsqueda, como señala el propio título del filme, del sentido; del conocimiento que les permitiera entender la causa de las crisis actuales, así como hallar posibles caminos para el cambio. México, Guatemala, San Francisco o Francia son algunos de los escenarios en los que se desarrolla esta búsqueda, durante la cual se encuentran con chamanes, científicos, agricultores ecológicos y activistas. Personas con trayectorias y puntos de vista muy diferentes, pero que al final terminan encajando como piezas de un puzle.
“Nuestro objetivo es que que la gente se cuestione las cosas, que se haga preguntas. Se trata de abrir puertas. Pero sin darles la solución, porque no queremos ser dogmáticos. La solución tienen que encontrarla ellos mismos”, afirma Nathanaël.
La cinta apuesta por dar un mensaje positivo para transmitir esperanza y capacidad de cambiar el rumbo de las cosas a través de la acción. “No queremos que la gente piense que el mundo se va a acabar de todos modos, porque entonces las personas no tendrían energía para querer cambiarlo. Además, si fuéramos una mayoría los que pensamos que sí se puede cambiar el mundo, estoy seguro de que lo conseguiríamos”, asegura el director.
Para Nathanaël, mantener una visión positiva es crucial en estos momentos en los que la humanidad debe decidir qué camino tomar. “Estamos en una época de división entre gente que trabaja por el bien común y gente que solo mira por su interés. Es una sociedad que cada vez se está polarizando más entre estas dos tendencias. Y al final tendremos que escoger una dirección”.
¿Cómo se resolverá esta crítica encrucijada? El director de En búsqueda del sentido explica sus razones para mostrarse optimista: “Somos muchos los que pensamos que las cosas pueden ser mejores. No sabía que éramos tantos, pero esta película me ha demostrado que no estamos solos, que no somos los únicos que nos hacemos estas preguntas”. Que este filme sea una realidad es un buen ejemplo de ello. De hecho, la película ha sido posible gracias a una campaña de financiación colectiva en la que han participado casi 1000 mecenas.
En resumen, En búsqueda del sentido es una producción audiovisual muy recomendable para todas aquellas personas que no se conforman con el rumbo actual de las cosas y que, como los protagonistas de la cinta, están en un continuo proceso de aprendizaje para hallar nuevos caminos y alternativas. Además, hasta el 23 de abril, es posible ver la película de manera gratuita. Solo hay que entrar en la web oficial y dejar un correo electrónico.