Sólo en los Estados Unidos, cada año, se tiran a la basura 100 mil millones de bolsas de plástico. Esta cifra deja en claro la importancia de empezar a optar por packagings que sean sustentables, ya sea por ser biodegradables, reciclados o reciclables. En la Argentina hay marcas como María Vázquez, 47Street o Easy, entre otras, que han comenzado a utilizar bolsas sustentables, sumándose a la propuesta de crear conciencia en la sociedad.
Desde el lado de la producción, la empresa Romipack ha certificado desde 2005 todos sus procesos de fabricación bajo normas ISO 14001 de cuidado del medio ambiente. “De esta manera quisimos darle un marco legal a nuestra filosofía de acción”, sostiene Mirta Galbán, gerente de Ventas de Romipack.
Esta empresa produce bolsas totalmente biodegradables. “Si las dejamos a la intemperie, sobre la tierra, expuestas a lluvias y a diversos factores climáticos, se biodegradarán en 3 meses como máximo, y se convertirán en un nutriente para la tierra. De hecho, para comprobarlo, nos aliamos con Easy para lanzar en fechas especiales plantines dentro de bolsas Biopack. La idea es que el consumidor adquiera conciencia verde y que pueda ver que, luego de plantarlos, el papel se biodegrada”, cuenta Galbán.
“Todos los materiales con los que fabricamos las bolsas son 100 por ciento sustentables. El papel es biodegradable, se imprime con tintas al agua y el pegamento con el que se confecciona no contamina –describe Galbán–. En este momento, estamos certificando según el Forest Stewardship Council (FSC), único esquema de certificación que garantiza que los productos forestales que llevan su sello provienen de bosques que han sido manejados de manera responsable y con fuertes criterios ambientales y sociales.”
Esta misma certificación tiene la empresa Tetra Pak, que tiene un volumen de producción anual de 3 mil millones de envases que se consumen en la Argentina, Chile, Perú y Ecuador. “Nuestros envases son reciclables y las materias primas se obtienen de formas renovables, es decir, de bosques controlados por la FSC. Además, en la planta de producción se está reciclando el 96 por ciento de los residuos”, aclara Estela Reale, gerente de Comunicaciones de Tetra Pak para la Argentina y Chile.
Si bien la compañía no se encarga del reciclado de los envases, sabe que no sólo se reutiliza el cartón que, por ejemplo, se usa para confeccionar cajas de medicamentos. “Las capas de aluminio y polietileno se prensan con calor y se transforman en tejas para la construcción o en placas de aglomerados”, dice Reale.
El mercado pregunta
Ambas firmas, que tienen en su cartera de clientes a grandes marcas, dejan en claro que cada vez hay más preguntas sobre el tema. A pesar de notar que es un proceso lento, creen que la actitud empresarial es relevante en estos temas.
“Los jóvenes son más abiertos al cambio y, afortunadamente, muchos de ellos son los que están al frente de gerencias clave en este sentido. Algunos diseñadores ya tienen instalado este tema y tienden a elegir los productos que más rápidamente se biodegradan, o se preocupan por preguntar cuáles son, cuánto tardan en biodegradarse y en qué condiciones. Creemos que en un futuro cercano será imprescindible trabajar con materiales que cuenten con propiedades ecológicas dado que el consumidor lo va a requerir cada vez más”, explica Galbán.
Queda claro entonces que todos los actores del mercado (desde los extractores de materias primas hasta los consumidores) pueden impulsar el cambio, así sea en acciones que consideren pequeñas.