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sábado, enero 18, 2025
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Joan Melé: «Hay mucha gente trabajando en cosas positivas, y está bien que lo sepamos y conectemos»

Joan Antoni Melé, fundador de la empresa Taller de Conciencia, miembro del Consejo Asesor de Triodos Bank, asesor de la Cámara de Emprendedores y Empresarios de Cataluña, y promotor de la banca ética en España y América Latina, es también es conferencista y formador sobre valores, y autor de los libros Dinero y conciencia y La Economía explicada a los jóvenes. 

[En N+: La banca ética latinoamericana por Joan Melé]

Desde enero de 2015, en que renunció a su cargo en el Triodos Bank, se dedica a promover la banca ética por América Latina y a temas de economía consciente, empresas sostenibles y educación en valores, aunque sigue manteniendo una estrecha colaboración con el Triodos Bank como formador y miembro del Consejo Asesor. También ha cursado estudios de Matemáticas y Economía en la Universidad de Barcelona, y asistido a múltiples cursos y seminarios sobre comunicación, relaciones humanas, técnicas directivas y análisis de riesgos bancarios, entre otros.

En el marco de una gira por América Latina para promover la banca ética, junto a organizaciones como la Fundación Avina y El Núcleo, centro de estudios dedicado a las nuevas economías, estuvo con NOTICIAS POSITIVAS en el estudio de Radio Palermo.

N+: -¿Hace cuantos años hablás de banca ética?
-Desde finales de los años 90. Llevo 40 años trabajando en la banca, pero hablando de banca ética desde finales de los 90, primero en España y Europa, y desde hace unos cinco años en América Latina.

-¿Qué es la banca ética?
-Una banca cuyo primer objetivo es contribuir a un cambio positivo de la sociedad desde el sistema financiero. Hay un tema que es importante decirlo, y en 40 años de banca nadie me lo ha preguntado: los bancos no tienen dinero, tienen nuestro dinero. Gestionan nuestro dinero, el de los clientes. Es lógico, sensato, que los clientes tengan derecho, la responsabilidad, de saber qué hace el banco con su dinero. Y esto, todos ustedes saben, no es así. Uno le deja el dinero al banco, le da una rentabilidad en el mejor de los casos, en España incluso a veces te hacen un regalo, pero no le preguntamos nunca más nada.

Una banca ética es una banca totalmente transparente, que tiene criterios muy bien definidos a la hora de invertir, en qué invertir y en qué no invertir invertir. Estos criterios no dependen de la rentabilidad solo, sino sobre todo del impacto que esto va a tener en el mundo. Pensamos que el dinero de los clientes, mientras ellos no lo utilizan, puede ser útil para invertir en proyectos y empresas que aporten valor a la sociedad.

Hay que tener criterios muy bien definidos de inversión y de no inversión, y de transparencia -yo la llamo transparencia radical, porque todo el mundo cuenta cosas, pero hay que contar todo, hasta el último centavo-, y son estos dos valores los han hecho que la gente nos ponga el calificativo de banca ética. Es provocador, porque parece que estás diciendo que los otros no lo son. Yo simplemente digo que nosotros explicamos en qué vamos a invertir y buscamos un impacto positivo, porque hay miles de proyectos en el mundo que generarían un cambio positivo en el mundo y no pueden salir adelante porque nadie los quiere financiar.

En la banca mundial sobra dinero y no saben qué hacer con él. Sobran billones, y lo que hacen es especular. Más del 90 por ciento del dinero que hoy en día circula en el mundo es pura especulación. Yo le llamo «un arma de destrucción masiva». Hay muchos proyectos que requieren financiación y no la consiguen, y por otro lado sobra dinero y va a especulaciones, que crean burbujas que luego revientan, como la de Lehman Brothers que se extendió a todo el mundo y generó la crisis de 2008.

A finales de los años 60 se gestó esta idea de banca ética en Europa, y a partir de los 70 el banco para el que he trabajado hasta hace dos años, el Triodos Bank, que está en muchos países y que se ha transformado en una banca muy moderna y profesional, transparente, le ha dicho que no a muchos proyectos millonarios porque no le parecían correctos, pero ha decidido invertir en proyectos que dan una rentabilidad económica baja pero una rentabilidad social o ambiental altísima. Creo que tenemos que dejar de pensar en el «yo», y empezar a pensar en el «nosotros». Esa, creo yo, es la economía del futuro.

-Triodos Bank existe desde hace muchísimos años y funciona, lo que derrumba el mito de que no es posible.
-Eso me lo han dicho en cada país que visito. En España me lo dijeron cuando comencé en 2005, que era imposible aplicar lo que ya funcionaba en Bélgica, Holanda, Inglaterra y Alemania. Eso me decían mis amigos, y hoy el Triodos Bank está en España y funciona muy bien.

Ahora llego a Chile, llego a la Argentina, y me dicen lo mismo: que es imposible. Empezamos bien, igual que en España. Lo vamos a hacer, porque tiene sentido. Cuando una cosa tiene sentido y te comprometes a hacerla, va a salir. Tardará cinco años, quizás diez, pero lo vamos a hacer. En Chile estamos más adelantados, aquí en la Argentina también estamos trabajando fuertemente, al igual que en Colombia, México, y otros países que nos están contactando.

Hoy que existen nuevos empresarios que piensan en el triple impacto, que quieren contribuir a un cambio para la sociedad. Ya no todos piensan bajo esa obsesión de ganar dinero y nada más. Esas son las premisas del nuevo paradigma, y hay varios empresarios que se están apuntando. Nosotros demostramos que si lo puede hacer un banco, lo puede hacer cualquiera. Damos testimonio, para que no digan que no es posible.

-Nunca hablás de no ganar dinero, sino de «no solamente ganar dinero». En el mundo de los banqueros hoy todo se mueve con el único incentivo del dinero.
-Pero también se ha demostrado que el sistema de bonos no brinda un incentivo válido, porque si a alguien le das un bono de 10 y al año siguiente no es de 15, deja de estar motivado. En la vida lo único que motiva es tener un propósito que valga la pena. En Triodos Bank los directivos no teníamos bono y estábamos encantados de la vida. Tienes que tener un salario digno para vivir dignamente, pero en la vida no hay nada mejor que ser útil, que hacer cosas que valgan la pena.

Estamos hablando de un banco, de hacer negocios, de ganar dinero, pero no puede ser que el dinero sea más importante que las personas y el planeta. El orden de valores es, como dicen en inglés, people, planet, profit. Si respetando a las personas y el planeta ganas dinero, enhorabuena, y veremos qué puedes hacer con el dinero que te sobra.

Pero estamos hablando de banca moderna, de economía moderna, dando todos los servicios de un banco, con transparencia total, y siendo un muy buen banco. En España hubo una encuesta hace unos años sobre el grado de satisfacción de los clientes y salimos en el primer puesto. O sea, una banca ética primero tiene que ser muy buena banca, y no poner en riesgo el dinero de los clientes.

Nosotros no nos hemos obsesionado con el dinero, nos preocupan más las personas y el planeta.

-Si la banca ética estuviera funcionando hoy en todo el mundo, no habría tantas guerras, tanta droga, porque de algún lado sale todo ese dinero, ¿no es cierto?
-He llamado arma de destrucción masiva a la especulación, no a la banca en sí misma. Creo que la especulación es lo más grave del sistema actual, porque usa el dinero de la gente para nada, para crear burbujas que revienten. Esto es intolerable. Por eso la pregunta que yo le hago a la gente: ¿a quién sirve tu dinero? Porque la gente cree que el banco está guardando su dinero, pero en realidad lo está invirtiendo. Si tu no pones criterios, los van a poner otros.

-Hoy el cliente nunca pone criterios.
-Porque nunca se lo han planteado, por eso hay que despertar la conciencia. Por eso escribí un primer libro que se llamaba Dinero y Conciencia, y ahora he hecho uno para jóvenes, La economía explicada a los jóvenes, y doy cientos de conferencias en donde les explico a la gente que son responsables por lo que su dinero hace en el mundo. Si no te gusta lo que hace tu banco, creemos otro modelo de banca, no lo apoyes. Yo creo que podemos cambiar muchísimo, desde el consumo: comprando productos de comercio justo, de proximidad, energías renovables, contratando con bancos que tú sepas lo que harán con tu dinero.

Después de cuatro años de dar charlas aquí en la Argentina a gente de todos los ámbitos, veo que la idea entusiasma, y ya hay un grupo de personas que estamos trabajando para crear un grupo promotor. Va a salir, no puedo decir si será en tres o cinco años, pero va a salir.

-¿Sentís que ahora se está conformando una base?
-Esta semana hemos tenido una reunión, la próxima tendremos otra, y va a salir una iniciativa. Nuestro objetivo es generar suficiente conciencia para que los demás bancos se vean obligados a cambiar de verdad, no solamente con la publicidad. En España ahora todos los bancos hablan de valores, de la sustentabilidad. La publicidad ya no sirve.

-Después está la invitación al consumo.
-Es otra manera de engañar a la gente. Comprando no vas a ser feliz, y además estarás endeudado toda la vida. Debemos plantearnos por qué necesitamos comprar tanto. En el fondo, es un vacío interior que no se llena comprando. Se llena con más cultura, con espiritualidad, con un minuto de silencio, con diálogo con los amigos. Hemos sustituido la vida interior de una persona por el comprar.

Un banco como el que planteo es más que un banco: propone un cambio de conciencia en todos los niveles de la sociedad, en la cultura, en la educación. No podemos seguir educando a los jóvenes igual. La pregunta es: ¿por qué los jóvenes que educamos desde chicos terminan siendo corruptos? Esa es la pregunta.

-En Chile ya hay una plataforma del tipo banca ética que se llama Doble Impacto, ¿no es cierto?
-En 2013 estuve en Chile, y un grupo de personas se me acercó y manifestó interés en abrir un banco. Siempre digo que si veo personas comprometidas, yo me comprometo a aportar mi experiencia y a acompañar el proceso. En Chile ocurrió eso, e hicimos un trabajo intenso y se creó la plataforma Doble Impacto: comenzó siendo pequeña y hace un mes logró captar un millón de dólares en 15 días para contratar personas asalariadas para el trabajo. Y ya estamos con un prototipo para hacer un estudio de mercado de todo el país, y financiar muchos más proyectos. Hoy estamos en una etapa intermedia, y dentro de poco vamos a iniciar los trámites para obtener una licencia y lograr inscribirnos como un banco.

La idea es generar un modelo de banca ética latinoamericana. No de Chile o la Argentina, sino de toda la región. Queremos adaptar la filosofía de banca ética europea a las necesidades y las realidades de América Latina. No queremos trabajar con cada nación por separado, sino con una gran región que buscamos pueda ayudarse mutuamente. Trabajar no en competencia sino en apoyo mutuo. Hay una alianza mundial de bancas éticas, y nuestra idea es justamente lograr apoyo mutuo. Incluso, que empleados de un banco puedan ir a otro para aprender, prestarse capitales, esa es la idea. Estamos trabajando con la idea de Banca Ética Latinoamericana.

-Siempre digo que la división política primero es división.
-Esa es otra cuestión que tiene la Argentina. Un país muy rico que sigue mirando demasiado al pasado. Todavía hay gente que habla de Perón, cuando no critican a Kirchner, o cuando no critican a Macri. Yo no digo que no haya que tener un espíritu crítico, pero para este tema que queremos hacer creo que debemos hacerlo juntos. Me da igual si eres de River o de Boca. Me da igual si eres de Macri o de Kirchner. Compartimos estos ideales, trabajemos por un mundo mejor. Creo que si se hace esto, la Argentina puede dar un vuelco. Es un país muy rico en el que la riqueza se ha repartido mal. A veces noto un desánimo que no entiendo, ¡esto no es Etiopía, que es un desierto! Este es un país maravilloso, dejémonos de hablar tanto y comencemos a hacer cosas juntos.

Creo que está saliendo mucha gente joven con este espíritu. Quizás nos falta conectar un poco y sumar fuerzas, y eso es lo que estamos haciendo. Actuemos hoy y cambiemos las cosas. Creo que es un momento especial: hay algo que está en el ambiente en este momento. Una vez leí algo en un texto hindú muy antiguo que decía que cuando haces fuego lo primero que ves es el humo, pero el humo tiene que desprenderse para que salga la luz. Siempre nos fijamos en que hay humo, pero no vemos la luz que está irradiando. Este es un momento de mucha oscuridad en el mundo, pero también muchísima luz: hay mucha gente trabajando en cosas positivas, y está bien que lo sepamos, conectemos, y tengamos una predisposición para ayudarnos.

Creo que debemos crear una red mundial de conciencia en donde sepamos que podemos contar los unos con los otros para sumar fuerzas

+ INFO: TallerDeConciencia.com // @JoanAntoniMele.

Andrea Mendez Brandam
Andrea Mendez Brandamhttps://andreamendezbrandam.com/
Periodista y conductora especialista en sustentabilidad y regeneración. Consultora empresarial especializada en Comunicación Estratégica de Impacto Regenerativo.

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