La Universidad Católica de Salta (Ucasal) comenzó a producir energía eléctrica. Con recursos propios –unos 16 millones de pesos– y en menos de dos años desde el inicio del proyecto, la UCASAL inauguró el mes pasado un parque solar desarrollado por profesionales y estudiantes de esa casa de altos estudios.
Se trata de 720 paneles fotovoltaicos instalados en el campus de 42 hectáreas que tiene la Ucasal en la ciudad de Salta; 552 de esos paneles están en el estacionamiento solar más grande de la Argentina–con espacio para 52 automóviles– y el resto sobre el techo de la actual confitería.
«Hicimos una fiesta, la semana pasada, porque estamos muy contentos con la realización de este parque solar», dijo el rector Rodolfo Gallo Cornejo en una entrevista con NOTICIAS POSITIVAS. «Fue uno de los objetivos de un programa que llamamos Ucasal sustentable, que está basado en la Encíclica Laudato Si, que fue un gran llamado para nosotros, desde la teoría y desde la práctica de la sustentabilidad y las energías limpias.»
«Todo el proyecto empezó inspirado en una universidad de Pavía, Italia. Estuvimos visitándola –tenemos varios estudiantes nuestros en esa universidad–, y encontramos un estacionamiento que nos llamó mucho la atención. Los techos de este estacionamiento eran paneles solares. Cuando los vimos, pensamos que en Salta hay mucho más sol que en Milán y por qué no lo podíamos hacer aquí. Nuestra facultad de Ingeniería hizo un proyecto de investigación, trabajaron docentes, investigadores y alumnos nuestros; después se hizo el análisis económico financiero, que fue muy positivo, y nos pusimos manos a la obra a trabajar. La compra de los paneles por un lado, la instalación, toda la preparación eléctrica, que tiene su complejidad.»
El parque solar universitario abastece el 35 por ciento del consumo anual de energía eléctrica de toda la universidad. En Salta y en varias provincias, existe una ley, la Ley de Balance Neto, según la cual uno puede producir energía como lo están haciendo en la Universidad e inyectar a la red y compensar así con lo que están consumiendo. «Nosotros inyectamos esa energía sobrante directamente a la red –señala Gallo Cornejo–. Y hay una promoción, los primeros dos años, por la que nos pagan más la energía que producimos que la que consumimos, con lo cual se hace muy factible que en un período de 4 a 7 años se pague sola la obra. Porque aunque la Universidad no consuma energía, por vacaciones, feriados, etc., igual se sigue produciendo energía en el parque solar. De hecho, somos una minicentralita de generación de energía a la red.»
¿Cuál sería la tecnología usada para poder medir esta inyección en la red y la compensación consecuente? «En esta escala, son todos inversores con un transformador grande y con un sistema de medición que lo pone la distribuidora de energía y que va midiendo cuánta energía se va inyectando. Por nuestro lado, también instalamos un centro de monitoreo, con televisores, que nos permite saber cuánto vamos produciendo, la hora pico, la hora de baja, es decir, tener un estudio de gestión de la energía muy importante para la universidad y también con fines pedagógicos. La idea es, a mediano plazo, producir el ciento por ciento de energía, autoabastecernos con energía limpia.»
Por supuesto, habrá más edificios universitarios construidos contemplando estas energías renovables: «Tenemos toda una zona de servicios sobre el fondo de la universidad que da al norte –en Salta todo está orientado hacia el norte–, en donde vamos a instalar también paneles. Esto es la primera etapa de un plan, para poder producir el cien por ciento de la energía que consumimos».
La repercusión de este proyecto ha sido, además, importante dentro y fuera de la comunidad universitaria. Dice el rector Gallo Cornejo: «Es un tema que está en la conciencia de todo el mundo. Y nosotros entendimos que, al dar este primer paso, estábamos demostrando cómo se puede aprovechar esta ley tan positiva, y empezamos a recibir muchas consultas de organismos oficiales y de otras reparticiones, que han empezado a interesarse sobre cómo hicimos, qué usamos, cómo fue técnicamente el proceso, y ese era un impacto que buscábamos también para contagiar esta modalidad». La inversión inicial fue lo más difícil, porque luego la amortización es muy rápida. En la Ucasal se tomó la decisión de hacer una inversión propia, con fondos propios, sin ningún tipo de ayuda estatal o bancaria. Se invirtieron fondos propios de la universidad y es, en palabras del rector, «la mejor inversión que pudiéramos haber hecho». La amortización está calculada entre 5 y 7 años, teniendo en cuenta que los panales duran 21 años, cuando tengan entre 13 y 15 años, ya la ganancia neta será para la Universidad.
El tema energético es un tema transversal, el tema del siglo XXI. El equipo de la Universidad ha elegido dedicarse a la gestión de la energía, tanto que ya tienen presentado un Máster en Gestión de Energía que está a la aprobación del Ministerio.