El Sistema B ha tenido una gran recepción en América Latina: había ya consenso entre muchas empresas y dirigentes sobre la importancia de que se regule el concepto del triple impacto, es decir, el impacto económico, social y ambiental que es la base de lo que se busca con los proyectos de Ley BIC presentados en la Argentina ya y, ahora, en el Uruguay.
N+ entrevistó vía telefónica a las abogadas Magdalena Pereira y Natalia Hughes, que integran el Grupo Jurídico B Uruguay, para que explicaran los aspectos de un proceso que se muestra exitoso:
N+: -Hay novedades importantes en torno a la promoción y la posibilidad de que se sancione una Ley de Sociedades de Beneficio e Interés Colectivo (BIC), siguiendo el proceso que ya está adelantado aquí en la Argentina.
MP: -Tenemos para compartir muchas noticias positivas, después de un año de trabajo y de mucha colaboración por parte del grupo jurídico de Argentina, y de la comunidad de Sistema B también. Pudimos finalmente presentar el proyecto ante la Comisión de Innovación, Ciencia y Tecnología del Parlamento de Uruguay.
El proyecto tuvo una excelente receptividad, con la firma de todos los partidos políticos, e incluso con el apoyo positivo de académicos que fueron también convocados para opinar sobre ese proyecto de ley de empresas de beneficio e interés colectivo. Ayer tuvimos una conferencia de prensa dentro del Parlamento para poder dar esa buena noticia.
-¿Cuáles son las características de su proyecto, comparado con el argentino?
-En realidad la base del proyecto de ley uruguayo es el proyecto de ley argentino [ver: ]. El tema es que nosotros en Uruguay utilizamos mucho la figura jurídica del fideicomiso, entonces se incorporó, dentro de las posibilidades de modelo de negocios, que se utilizara el fideicomiso. Puede haber una sociedad anónima (SA), una SRL BIC, y también pueden haber fideicomisos BIC. Esa sería la mayor diferencia, o un complemento que le hemos agregado.
-En la Argentina todo este proceso contó también con el apoyo y el paragüas de la nueva Ley de Emprendedores, es decir, los emprendedores son los que están pidiendo nuevas reglas de juego. ¿Cómo es en Uruguay?
NH: -Acá el objetivo era colocar, posicionar, a Uruguay dentro de esta nueva forma de hacer negocios, este cambio de paradigma que ya está instalado a nivel mundial: ser parte de este movimiento legislativo BIC que ya cuenta en Italia y EE. UU. con legislación. Como ustedes sabrán, el proyecto en la Argentina está en trámite parlamentario, y lo mismo está ocurriendo en Chile y Colombia. Nos pareció muy importante que Uruguay estuviera siendo parte de esta innovación económica, de este cambio de paradigma.
Hubo receptividad por parte de los legisladores, y mucho apoyo por parte de los empresarios y también de los emprendedores. O sea, nos apoyan tanto empresarios instalados y con años de experiencia como emprendedores que recién están comenzando su negocio. También nos sorprendió gratamente que académicos de muchos años de experiencia están viendo la Ley BIC como algo bueno, y la están impulsando también.
-Es decir que de alguna manera el triple impacto ya está metido en el ADN uruguayo, ¿no?
-Exactamente. Otra noticia positiva es que ya hay muchas empresas que están ejecutando sus modelos de negocios con un triple impacto, y que probablemente este proyecto de ley, que ahora tiene estado en Uruguay, pueda darles más visibilidad y justamente hacer que más empresas busquen ser mejores para el mundo. La idea es enfocarnos en que cada uno de nosotros puede hacer su negocio, pero también puede fijarse en el impacto positivo para poder ayudar a solucionar problemas globales, medioambientales y sociales.
-Es muy interesante ver cómo se actúa en conjunto, cómo Argentina y Uruguay están en la misma sintonía.
-Nosotros queríamos compartir nuestra alegría de que Sistema B, y toda nuestra comunidad, ha actuado de una manera bien sistémica y colaborativa. Nosotros tuvimos la oportunidad de ir en junio a Lima, Perú, al encuentro de abogados B, en donde estuvimos en contacto con el grupo jurídico argentino y gente de distintos lugares de América Latina y el mundo. La colaboración que recibimos allí fue espectacular, hay profesionales que te están todo el tiempo remitiendo, compartiendo información, y todo va ayudando a que podamos trabajar en red, en equipo, para lograr un impacto positivo.
Las abogadas argentinas, además de haber sido muy generosas compartiendo su experiencia, las bases del proyecto y demás, no solamente apoyaron profesionalmente, sino que además son parte de las alegrías. En hitos como el de ayer en la presentación en la Comisión de Innovación, Ciencia y Tecnología, o la conferencia de prensa, ellas están acompañándonos vía Whatsapp, se alegran con nosotras. Entonces, no es solo desde lo colaborativo y el sostén y la parte profesional, sino que esto de acostumbrarse a compartir las alegrías también es lindo.
Y como última noticia positiva quería decirles que este Grupo Jurídico B uruguayo está conformado por mujeres, es un grupo abierto obviamente, pero somos cinco mujeres en este momento: Natalia Hughes, Magdalena Pereira, Patricia Di Bello, Soledad Capurro e Ivana Calcagno.
+ INFO: @SistemaBUruguay // @youhubcowork