A los 19 años, Pedro Delgado Ortiz viajó al África en busca de un tipo de planta capaz de potabilizar agua y que pudiera adaptarse a su país, España. De esa experiencia y de su tenacidad como emprendedor social, surge la empresa Aquaphytex, productora de plantas microfitas que se utilizan como sistema de depuración de aguas residuales. Desde su fundación, en 2005, es la única de su estilo en España.
Conocí a Pedro en abril de 2007, en ocasión de las Primeras Jornadas Internacionales de Agua y Juventud celebradas en Buenos Aires. Pedro fue uno de los oradores principales en ese encuentro, que convocó a 450 jóvenes de 53 países provenientes de los cinco continentes. Con sólo 22 años y preocupado por el acceso al agua potable de las poblaciones marginadas, vino a Bueno Aires a presentar un proyecto de cooperación con Mali.
Dueño de un entusiasmo fresco y positivo, este joven extremeño recibió por Aquaphytex el premio de honor de Eurowards 2005, el prestigioso concurso para emprendedores de la Unión Europea.
Ejemplo de la nueva generación de empresarios que respetan el medio ambiente y toman decisiones con una amplia sensibilidad social, Pedro demuestra cada día que se puede ser un empresario exitoso al mismo tiempo que un emprendedor social que no olvida su objetivo principal: hacer del mundo un lugar mejor para vivir.