“En la Argentina actualmente hay más mujeres trabajando en el ámbito público que en el privado. Son diferentes y tienen legislaciones diferentes y este no es un tema menor para una mujer ya que el sector público tiene mayor cantidad de licencias y beneficios que un empleador privado”, explica Patricia Debeljuh, directora de Centro Walmart Conciliación Familia y Empresa (Confye) del IAE Business School, que organizó el seminario “El poder compartido como eje de la transformación”, con eje en la paridad de género laboral.
En efecto, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, las últimas medidas llevarán la licencia por paternidad a 45 días, más del triple de lo que se está dando en la actualidad, en un intento por equiparar los beneficios del progenitor gestante con los del no gestante.
Por su parte, el sector privado está implementando prácticas que buscan hacerlo más amigable para el desarrollo de las mujeres.
“Esto tiene que ver con el trabajo que estamos haciendo en el IAE con las empresas que han tomado el tema de la Responsabilidad Familiar Corporativa, y están ofreciendo licencias y beneficios más allá de la ley, tanto a varones como a mujeres para facilitar esta inclusión. Todo el mundo tiene vida fuera del trabajo, y no solo la mujer para ocuparse de sus hijos, sino también los varones tienen que descubrir que tienen responsabilidades familiares que asumir”, señala Debeljuh.
“Antes, en el sector operativo, en una línea de producción se precisaba la fuerza de un hombre que moviera la máquina, hoy hay que apretar un botón. La mujer debe formarse. En cuanto tenga más conocimiento del mundo de la tecnología, tendrá más oportunidades laborales”.
Dentro del ámbito privado, las mujeres ocupan puestos en los sectores de salud, educación y comercio, en tanto que los varones lo hacen en mayor cantidad de sectores lo cual les da más posibilidades de empleabilidad.
Dentro del rubro empresario, las mujeres no están en los sectores más estratégicos de un negocio. Por lo general, están presentes en Recursos Humanos, Comunicación, Legales e Institucionales. Al no tener participación en Operación, Finanzas y otras áreas estratégicas, tienen un condicionamiento dentro de esa inclusión.
¿Dónde está, entonces, la solución? “La mujer debe desarrollarse sobre la base de méritos. Los cupos no resuelven el problema de fondo [en el tema de la paridad de género laboral]. A veces, se cumple con el cupo, pero la mujer fue llevada a ese lugar por un varón al cual ella responde y así nunca será agente de cambio. No está bien que la mujer se desarrolle pagando un alto precio a costa de su vida personal: el varón debe atender también esa agenda familiar y esa será la única manera de entender la necesidad femenina. Desde el IAE trabajamos para que hombres y mujeres tengan una trayectoria profesional (y no una carrera), donde puedan integrar los dos ámbitos de desarrollo personal que son su trabajo y su familia”, resume la directora de Confye.