En los últimos años, hemos experimentado un fuerte crecimiento en cuanto a tendencias de sustentabilidad, y en nuestro día a día nos encontramos con múltiples circunstancias en las que debemos aplicarlas. Como responsables del rally más grande y extremo del mundo y desde su creación en 1978, nos comprometemos a trabajar constantemente para ser solidarios, responsables y comprometidos con la preservación del patrimonio arqueológico, paleontológico y medio ambiental.
Desde nuestros inicios hemos sido conscientes del fuerte impacto que conlleva una carrera con las características del Dakar -no sólo a nivel ambiental, sino también cultural y social- y hemos sido fuertemente criticados por eso. Los desafíos que se nos han presentado a través de los años fueron muchos y por eso la búsqueda de la superación constituye parte de nuestra esencia. Año tras año buscamos superarnos, implementando acciones que nos ayudan a reducir nuestro impacto en todos los niveles de participación antes, durante y después de la carrera.
A nivel organizacional, trabajamos en colaboración permanente con los gobiernos y distintos ministerios de cada país anfitrión para garantizar la construcción y aprobación del recorrido. Además, buscamos mantener una estrecha comunicación y sensibilización sobre la protección del patrimonio para los pilotos y el público. Una vez finalizado el evento, verificamos la conformidad de la ruta recorrida y redactamos un informe con futuras mejoras. Este proceso se repite edición tras edición, con el objetivo de garantizar que trabajamos con la responsabilidad y seriedad suficiente como para otorgar coherencia a nuestras acciones.
Por otro lado, somos la única competencia que compensa el 100 % de las 15.500 toneladas de CO2 que se emiten en cada edición. Para hacerlo, desde el año 2011 participamos del proyecto ambiental «Madre de Dios» de la ONG Greenoxx. Este proyecto acompaña la protección de más de 100.000 hectáreas de selva amazónica, evitando la deforestación salvaje y contribuyendo a la preservación de la población local, la fauna y la flora.
Adicionalmente, en cada edición nos ocupamos de la limpieza, la clasificación y reciclado de residuos, para optimizar su tratamiento y la limpieza de los desechos. Solo en la edición 2017, recolectamos y reciclamos 94 toneladas de desechos en los vivacs del Dakar. En línea con nuestros esfuerzos, en la edición 2018 implementaremos el Dakar Eco-Label, a través del cual los equipos de asistencia que hayan optado por implicarse en la reducción de su impacto medioambiental serán especialmente valorados.
También nos hemos asociado con diversas iniciativas para mantener un lazo con los pueblos que reciben la competencia. Una de ellas es la ONG Techo, que trabaja en el ámbito de las viviendas de emergencia y de la integración social en América Latina. Desde 2009, y gracias al aporte del Dakar, se construyeron más de 350 casas y centros comunitarios.
Como organizadores del rally más grande del mundo, amamos los desafíos y por eso nos comprometemos a seguir ofreciendo, edición tras edición, un espectáculo extremo, pero a la vez solidario. Para una competencia como el Dakar, el mayor desafío radica en seguir tomando medidas que permitan superarnos.
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El autor es director general del Rally Dakar