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jueves 22 de agosto de 2019
La Amazonía incendiada y el efecto dominó
Más de dos semanas ya que la Amazonía está en llamas, y ni el gobierno del Brasil ni otras potencias mundiales parecen afectadas; solo los ambientalistas ven el peligro que viene

En estas últimas horas, las redes sociales coincidieron en un tema excluyente: la Amazonía está en llamas. El gran pulmón verde del planeta Tierra, última esperanza para combatir el dióxido de carbono en aumento, se consume sin que los gobiernos del mundo, empezando por el del mismo Brasil –las declaraciones de Jair Bolsonaro son más aterradoras que el fuego que crece–, parezcan comprender el daño terrible que se avecina.
Las organizaciones ambientalistas y los particulares han hecho oír sus voces y, una vez más, las redes sociales han estado de su lado. Así se pudo ver, por ejemplo, en un video a grupos de mujeres indígenas del Brasil unirse para enfrentar a este «monstruo grande», que pisa fuerte: las empresas deforestadoras que no vacilan en abrirse paso con el fuego para obtener su propósito de ganar tierra arrasada y transformarla en campos de soja o con cualquier otro propósito comercial. Se aprovechan, además, de la tradición, porque existe una cultura agrícola en la Amazonía que utiliza el fuego de manera extensa e intensiva, como lo señaló el científico Carlos Nobre, de la Universidad de San Pablo.
No ven, no quieren ver, el efecto dominó. «El vapor de agua del bosque amazónico es exportado hacia los Andes y baja hasta la Argentina. Los glaciares se nutren de esas aguas amazónicas. Ya están desapareciendo gracias al calentamiento global, y, si se le quita la otra fuente de humedad, se acelerará el descongelamiento», advierten los ambientalistas, pero no les hacen caso. Toda la región está comprometida. Por allí se debe comenzar.
Ya hay convocatorias, en la Argentina y en el resto del mundo, para mañana y los días subsiguientes, a unirse y pedir medidas urgentes. Los jóvenes que integran organizaciones como Alianza por el Clima y Jóvenes por el Clima citan a los que quieran unirse a ellos, con las consignas #ActForAmazonia y «El Amazonas se defiende», respectivamente, para las 16 horas de mañana, viernes 23 de agosto, a manifestarse frente a la embajada de Brasil. Hay muchísimas otras maneras, también, como hacer donaciones –el monto no importa, todo será bienvenido– o acercarse a aquellos que están trabajando a favor de la Amazonía o registrarse en páginas relacionadas con el tema, etcétera.
También tenemos tarea por hacer los medios de comunicación y los periodistas. Todos. Informar y seguir informando, también, de distintas maneras y con distintos temas. Aunque creamos que ya lo hicimos, nunca es suficiente, porque en la repetición estará la ganancia. Para que la imagen apacible que ilustra este artículo, de ese río tranquilo que transcurre entre el verde cerrado de la vegetación de la Amazonía, pueda recuperarse y no sea solo un recuerdo preciado.