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sábado 4 de enero de 2020
Billetes: en la variedad está el gusto también
No tiene sentido instalar una nueva discusión que separe más a los argentinos. Bienvenidos sean los billetes con imágenes de animales autóctonos o de grandes personalidades del país

Hay quien dice que no le importa la imagen en los billetes pero sí que el peso argentino conserve su valor por mucho más tiempo de lo que ocurre ahora. Es un buen punto de argumentación, aunque sean pocos los que se prenden a sostenerlo.
En cambio, la mayoría prefiere enzarzarse en una por momentos bastante agria discusión sobre si hay que cambiar otra vez y dejar caer a los yaguaretés de 500 pesos; las ballenas francas de 200 pesos; los encantadores guanacos de 20 pesos; las casi inencontrables tarucas de 100 pesos, o los horneros –el pájaro nacional– de 1000 pesos, tan amarillos que podrían confundirse con canarios.
Por supuesto, esta nueva «grieta» sobre las imágenes en los billetes, que dividirá todavía un poco más a los argentinos, además de que no tiene sentido encubre las viejas rencillas de toda la vida, desde los unitarios versus federales hasta ahora. Porque nos gusta pelearnos entre nosotros.
Sin embargo, basta salir un poco de la Argentina y ver qué es lo que ocurre en otros países. Por ejemplo, en España. Por muchos años, circuló un billete, el de más alto valor, con la imagen del escritor Benito Pérez Galdós, uno de los grandes novelistas españoles del cual se cumplen este 4 de enero 100 años de su fallecimiento. En Uruguay, los escritores Juana de Ibarbourou y José Zorrilla de San Martín y el pintor Pedro Figari se codean cómodamente con políticos y educadores. En Suecia, el billete de 20 coronas representa a la autora infantil Astrid Lindgren –en cuyo homenaje se ha instituido un premio que, hace unos años ganó la ilustradora y escritora argentina Isol–, pero hay un pingüino amarillo en el billete de 5 dólares de Nueva Zelanda.
De manera que bienvenido sea el cambio, pero sin peleas estériles. La Argentina es tan pródiga en todo tipo de personalidades en cualquier campo del conocimiento humano, que no estaría mal que se confeccionen listas que luego podrían ser sometidas a consulta popular (¿un referéndum?), para contentar a todos. Por mi parte, sugeriría que la nueva primera imagen elegida fuera la de una mujer, y además una mujer científica.
Nadie dice que olvidemos a nuestros próceres, pero tampoco abominemos de nuestros animales autóctonos. No solo porque los elegidos están todos en peligro de extinción, sino porque también nos dieron la posibilidad de ganar algunos premios internacionales. Por si no lo recuerdan, en la edición 2015/2016, el billete de 500 pesos con la imagen del yaguareté fue votado como el Mejor Billete Latinoamericano, y en 2016 fue elegido entre los cuatros mejores billetes del mundo por la International Bank Note Society (IBNS). Y en 2017, el billete de 200 pesos con la imagen de la ballena franca ganó el premio LatiNum al mejor de América Latina, dejando en segundo lugar al billete de 50.000 pesos de Colombia, con la imagen –tan luego– de Gabriel García Márquez.