El viernes, 5 de junio se celebró el Día Mundial del Medio Ambiente. Fue la Asamblea General de las Naciones Unidas quien estableció esta fecha en 1972. Ese mismo año, en diciembre, también se puso en marcha el programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
En España, el principal acto de este año lo protagonizaron las cinco principales asociaciones ecologistas, Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF Adena, que realizaron un acto conjunto en Madrid contra la energía nucleare. Fue en la Plaza de Santo Domingo de la capital española, donde instalaron un enorme globo aerostático para llamar la atención de los ciudadanos sobre la importancia de este día. Además, frente a un mapa de España de grandes dimensiones, el conocido actor español Emilio Lindner, a modo de hombre del tiempo, ilustró una nueva etapa, en la que la energía nuclear daba paso a la solar.
La elección de este tema se debe a que la central nuclear de Garoña, ubicada en Burgos, en el norte de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, verá expirar su licencia de explotación el próximo 5 de julio. Entonces habrá que tomar una determinación sobre la prórroga de la actividad o el cierre definitivo de la central. El Consejo de Seguridad Nuclear, entidad nacional que vela por el sector, ha aconsejado al Gobierno socialista que la mantenga en funcionamiento, a pesar de que es una instalación obsoleta que requiere diversas mejoras técnicas para seguir en activo. Si el Ejecutivo opta por la continuidad de Garoña, estará incumpliendo una de sus promesas electorales: el cierre de todas las centrales nucleares.
Por otro lado, el Día Mundial del Medio Ambiente también sirvió para que las asociaciones Globalízate, InspirAction y Jóvenes Verdes se manifestaran contra el empleo del vehículo privado. Para ello construyeron de forma manual un falso vehículo, que colocaron en una de las principales calles peatonales de Madrid. De este modo simbolizaron el excesivo espacio que ocupa el coche en la ciudad. También pidieron el fin de las ayudas al sector del automóvil, y su reemplazo por otras ayudas para estimular el uso de la bicicleta en la ciudad.
El coche es además uno de los principales medios de emisión de dióxido de carbono a la atmósfera, contribuyendo así a la aceleración del cambio climático. Precisamente, este año habrá una cumbre especialmente relevante sobre este problema. El próximo mes de diciembre, la Organización de las Naciones Unidas celebrará en Copenhague la reunión en la que se configurará el nuevo marco de actuaciones contra el cambio climático que entrará en vigor tras la finalización del Protocolo de Kyoto en 2012.
Según Amigos de la Tierra, si no se actúa con rapidez y decisión, se podría entrar en un punto de no retorno, tras el cual será difícil controlar las consecuencias del calentamiento global. Este punto de no retorno llegará dentro de un plazo que ha sido fijado entre los 4 y los 10 años. Estamos hablando por tanto de un reto que nos corresponde asumir a todos nosotros, en el Norte y en el Sur, y que debemos tener muy presente si queremos que en los años venideros podamos seguir conmemorando este Día Mundial del Medio Ambiente. De lo contrario, tal vez dentro de poco no haya nada que celebrar.