María Eugenia Testa, conocida consultora en política y comunicación ambiental, directora política y de campañas de Greenpeace hasta 2014, visitó los estudios de Radio Palermo, para hablar con NOTICIAS POSITIVAS de cambio climático, Acuerdo de París y la posición y la presentación hecha por la Argentina con respecto a esos temas.
N+: -El jefe de Gabinete anunció que la nueva meta argentina de reducción de gases de efecto invernadero va a salir en noviembre. ¿Cuál es la importancia de esto y qué significa en el marco del Acuerdo de París?
MET: -El Acuerdo de París es el tercer instrumento que tiene la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático para que los países se comprometan en reducir su emisión de gases de efecto invernadero. El acuerdo se negoció en diciembre del año pasado en París, y el 22 de abril de este año ya lo firmaron alrededor de 174 países.
Ahora se abre un proceso de ratificación, que en la Argentina incluye el tratamiento y aprobación por las dos Cámaras del Congreso del instrumento para luego ser ratificado y depositado. La diferencia que tiene este acuerdo con respecto al Protocolo de Kioto es que este es un acuerdo abierto que incluye a todos los países, mientras que el anterior solo incluía a países industrializados. Además, cada país debe presentar un compromiso propio de recorte de emisiones. La Argentina realizó un compromiso en noviembre del año pasado, pero hubo un cambio de gobierno en diciembre, que fue cuando se negoció el acuerdo, por lo que el nuevo gobierno se comprometió a metas más ambiciosas que las anteriores, calificadas de «inadecuadas».
Lo que anuncia Marcos Peña ahora es que se va a hacer esa revisión, y que en noviembre la Argentina presentará las nuevas metas. Quizás no era necesario hacerlo tan apresuradamente, habiéndose podido hacerlo más tarde y luego de un proceso más participativo. También es importante destacar que el plan que presentaremos va a empezar a regir en 2020, con lo que puede que sea otro gobierno el que deba cumplirlo.
-En tiempos en que todo cambia tan rápido, ¿no parece lejana la meta de 2020?
-Más allá de la cantidad de años, que parecen muchos pero en realidad son pocos por las transformaciones radicales que demanda el cambio climático, lo que debería realizarse es un proceso en el que se comprometan las distintas fuerzas políticas. Esto es así porque lo que se necesita es una política de Estado para iniciar un plan de recortes de emisiones, que significa transformaciones radicales en la matriz energética, el manejo de los suelos, la deforestación. Eso se lograría si se llevara adelante un proceso más participativo, porque el cambio climático todavía no ha impregnado en la clase política con tanta fuerza como debiera.-El cambio climático está y es un tema de hoy. Tanto como ciudadanía y como clase política nos cuesta darnos cuenta de ello…
-Sí. Son dos esferas diferentes. La ciudadanía tiene mayor noción y compromiso hoy que hace unos años, mientras que la clase política se ha quedado en el tiempo. En lo que tiene que ver con energía el sector privado ya entiende de qué se trata, y de los límites que el cambio climático puede imponerles. En cambio, el sector político todavía no entiende qué significa realmente el Acuerdo de París, y qué compromisos se están asumiendo. El cambio climático tiene que ver con un cambio cultural, un cambio en relaciones sociales y en esferas de producción que necesariamente tienen que tender a cambiar. Muchas veces uno escucha el gran discurso, y cuando analiza las políticas en algunos sectores del Gobierno se ve que no está internalizado el tema.
–¿Qué hace falta para que la clase política esté más informada?
-Compromiso y conocimiento. Muchas veces se escuchan discursos muy armados y uno ve que mucho no están entendiendo. Durante los últimos años nuestro país se ha comprometido a nivel internacional y todavía no se ven o quizás no se han estudiado las implicancias que el cumplimiento de esos acuerdos tendrá a nivel interno.
-La Argentina tiene un enorme potencial como país para posicionarse bien en el mundo en materia de cambio climático.
-Sí, tiene potencial y además tiene mucha legislación, que de cumplirse ayudaría a mejorar nuestra posición. Tenemos, por ejemplo, una de las leyes pioneras en desarrollo sostenible, que es la Ley de Bosques Nativos, y la Ley de Glaciares, que está un tanto trunca. Y además hay muchas iniciativas posibles y proyectos de ley en discusión. La realidad es que todavía tenemos mucho por delante para hacer en materia ambiental.