“Hoy, ver a la orangutana Sandra perfecta, bien adaptada, relacionándose con sus pares en un ambiente más saludable y adecuado para ella, y seguir los primeros pasos de la elefanta Mara en Brasil nos emociona y nos asegura que vamos por buen camino”explicó Eduardo Macchiavelli, secretario de Ambiente de la ciudad de Buenos Aires.
Macchiavelli se refiere al informe que la Secretaría a su cargo realizó sobre la situación actual de la orangutana Sandra, que lleva más de seis meses viviendo en el Center for Great Apes en Florida. El informe desarrollado con información provista por el propio santuario indica que Sandra goza de buena salud y está progresando en su desarrollo social.
Al igual que en el Ecoparque porteño, Sandra recibe una alimentación balanceada desarrollada por un veterinario, un especialista en cuidado animal y un consultor nutricionista especialista en la materia, además del enriquecimiento motriz, sensorial, y social.
Por otra parte, posee interacción con otros miembros de su especie, en especial con Popi, una hembra de unos 49 años de edad a través de rejas y con Jethro, un macho de 31 años, tranquilo y tímido, con quien se encuentra compartiendo el mismo ambiente. En el Center for Great Apes hay 22 orangutanes y Sandra mostró interés con alrededor del 75 por ciento de ellos, movilizándose por los senderos aéreos hasta llegar al recinto en donde ella se encontraba, buscando así interactuar de alguna forma. Esta actitud es comprensible teniendo en cuenta que los orangutanes no suelen tener comportamientos gregarios.
Historia de vida de una orangutana
Sandra nació el 14 de febrero de 1986 y llegó al Ecoparque desde el Ruhr Zoo en Gelsenkirche (Alemania) el 1º de agosto de 1994. Actualmente pesa 59 kg y se alimenta principalmente de frutas, verduras, hojas, raíces, además de los cortes de pasto fresco, y ramas y hojas de poda que utiliza tanto de alimento como para realizar su nido, esconderse u otros comportamientos propios de la especie. Su alimento preferido es el morrón verde.
El 26 de septiembre de 2019, dejó el Ecoparque porteño con destino al aeropuerto de Dallas, para luego ir por tierra hasta Kansas, donde realizó una nueva cuarentena y finalmente llegar el 7 de noviembre, luego de un viaje de más de 20 horas por vía terrestre al Center for Great Apes en el estado de Florida (Estados Unidos) donde vivirá el resto de su vida.
Sandra superó una exhaustiva cuarentena en el Ecoparque porteño donde recibió enriquecimiento especial para superar el viaje y se le realizaron una serie de estudios clínicos que habilitó el traslado. Una vez llegada a EE. UU., realizó una segunda cuarentena en el Sedgwick County Zoo.
Fotos de la nota: gentileza Center for Great Apes