Flavio Deslandes es un reconocido diseñador brasilero, ahora con base en Dinamarca. Desde 1995, ha estado perfeccionando una serie de bicicletas de bambú hechas a mano, y este año ha lanzado ya su primera colección.
Familiar del césped, el bambú es tan fuerte como hermoso, además de una fuente de gran potencial. Excelente material de construcción, es la planta que más rápido crece en el mundo, emitiendo más oxígeno que la cantidad equivalente de madera. Algunas especies crecen más de un metro por día.
El bambú es largo, y sus livianas cañas son ideales para la constitución de caños de bicicletas, ya que son 17 por ciento más fuertes que el acero, y amortiguan mejor. «Desde el principio, sentí que este exquisito material, un tubo orgánico hecho por la naturaleza, tiene mucho potencial –dice Flavio–. El ciclismo es un método de transporte que no contamina, y combinar este material sostenible con movilización libre de energía parecía una acción acertada».
El bambú utilizado para las bicicletas de Flavio es elegido manualmente en Brasil y cuidadosamente seleccionado antes de ser secado y tratado para hacerlo extra robusto y duradero. De hecho, una bicicleta de bambú es tan resistente como cualquiera que pueda comprarse en un negocio, salvo que viene con un marco hermoso y orgánico en lugar de uno de metal. «Mi objetivo es presentar un nuevo rango de bicicletas, con diseños despampanantes, y teniendo en consideración el medio ambiente», explica. «Al usar materiales sostenibles, se reduce la emisión de carbono y se contribuye a un mundo más «sano».»
Actualmente, Flavio ofrece tres modelos: el Bamboo City («Bambú ciudad»), Bamboo City Mountain («Bambú ciudad montaña»), y Bamboo City 2 («Bambú ciudad 2»). La comunicación de la precisión del metal y las terminaciones de madera hacen de sus bicicletas motivo para girar la cabeza en cualquier ciudad; aunque sea lo suficiente para que su reputación ya viaje con libertad y extensión. Los clientes pueden descansar seguros de que cualquier modelo que elijan siempre estará hecho a su medida; después de todo, no hay dos cañas iguales. Tal y como dijo Flavio a un periodista danés, Steen Heinsen: «Construir estas bicicletas es arte. No es simplemente algo que haces. Cada caña de bambú debe ser seleccionada y puesta en el marco exacto de acuerdo con su tamaño y calidad. El secreto reside en tratar el material de la manera adecuada. Aprender eso lleva tiempo. De la misma manera que lleva tiempo aprender a jugar al fútbol.»
La pregunta es; si las bicicletas ya son el método más sustentable de transporte, ¿es posible que estas bicicletas de bambú sean las más verdes de todas? «Bueno, están hechas de pasto –señala Flavio– ¡y no podemos conseguir algo más verde que eso!»
+ INFO: http://www.flaviodeslandes.com/
Original en Positive News UK