La ciudad de Buenos Aires cuenta con una gran cantidad de edificaciones históricas que corren el peligro de ser demolidas para dar lugar a nuevas construcciones. El arquitecto especialista en restauración y conservación del patrimonio cultural Marcelo Magadán conversó con NOTICIAS POSITIVAS sobre la importancia de restaurar edificios viejos en busca de una arquitectura sustentable.
El arquitecto Magadán es máster en restauración de monumentos y especialista en Gestión del Patrimonio Cultural integrado al Planeamiento Urbano de América Latina, y ha restaurado emblemáticos edificios porteños como el Kavanagh, el teatro Nacional Cervantes, las Galerías Pacífico y el Teatro Colón, entre muchos otros.
En Buenos Aires, para Magadán, «buena parte del patrimonio edificado tiene ciertas calidades que hacen que sean edificios fácilmente recuperables». Indicó también que la tecnología avanza tan rápido que permite recuperar esos edificios para que pueden seguir siendo utilizados con adaptaciones que hacen al confort de quienes lo habitan, y remarcó que «es importante rescatar los edificios que aún tienen vida para dar».
Al mismo tiempo, comentó que los especialistas que trabajan en la arquitectura sustentable hablan de la reducción del impacto ambiental, del consumo energético, de la elección de tecnologías limpias y de ciertos productos que facilitan la aislación térmica para reducir el consumo de energía. Al respecto, consideró que lamentablemente «estas cosas aún no han sido tomadas en cuenta por los gobiernos».
El parque construido en la ciudad, afirmó Magadán, puede ser recuperado con una inversión muy baja. Destacó que demoler muchos edificios que pueden restaurarse es un modo de generar problemas, «porque producimos residuos que contaminan y no hay grandes posibilidades de reciclarlos; entonces es más sustentable mantener el uso de ese edificio adaptándolo a las necesidades contemporáneas».
Sobre las críticas al boom de la construcción, destacó que «en este momento hay varias agrupaciones de vecinos que se han empezado a movilizar porque la destrucción de su ámbito es notable» y dijo que sería deseable que los Estados incluyeran a los vecinos en el planeamiento de «cuál es la ciudad en la que queremos vivir y les queremos dejar a las generaciones futuras, porque es central en la sustentabilidad pensar en las necesidades de la gente hoy, y en los que harán uso de la ciudad en el futuro».
Además, resaltó la importancia de que los Gobiernos regulen la construcción y se sienten con todos los actores involucrados. Al respecto, consideró que todavía el compromiso de los políticos con el tema es bajo y opinó que la resolución del fenómeno del patrimonio arquitectónico «tiene que ver con consensuar, porque puede haber partes de la ciudad que puedan ser renovadas y otras que no. El problema es que, al no tomarse una decisión seria y consensuada, la destrucción termina siendo aleatoria y al vecino lo hacen sentir extranjero en su propia cuadra».
Finalmente, Marcelo Magadán comentó que la propuesta de un desarrollo sustentable se oficializó en la Cumbre del Cambio Climático de Naciones Unidas realizada en Río de Janeiro hace 20 años, «pero salvo casos excepcionales ni siquiera ha entrado en el discurso político y entró tímidamente en el discurso mediático».
Por ello, espera que, al cumplirse dos décadas de aquel encuentro, «la Argentina pueda entrar seriamente en todo este proceso mundial, y todos los involucrados puedan sentarse a decidir qué esquema de ciudades queremos para los próximos 20 o 30 años».