Pancho Barreiro, periodista gastronómico y organizador de la II Feria de Vinos Orgánicos en el Museo La Botica del Ángel, visitó los estudios de NOTICIAS POSITIVAS en radio Palermo, para explicar en qué consiste esta tendencia muy actual.
N+: -¿Por qué organizar una feria de vinos orgánicos?
PB: -En principio, no existía nada de eso hasta nuestra idea. Mi socio, Juan Pino, es licenciado en Ciencias Ambientales, y como surgen en general las grandes ideas, se hizo con una copa de vino delante. La primera edición fue el año pasado y este año duplicamos la apuesta en cantidad de días (21 y 22 de agosto) y esperamos triplicar la cantidad de gente. El año pasado vinieron 300 personas, este año esperamos cerca de 1000. Es un desafío.
-En la Argentina, ¿las bodegas orgánicas deben estar certificadas?
-Están los vinos orgánicos, certificados por certificadoras especializadas, de las cuales hay cuatro en el país, y después existen lo que llamamos vinos agroecológicos. Son aquellos que todavía no tienen la certificación, sino que deben dejar que pase un tiempo de elaboración orgánica, para poder obtener esa certificación. Hay bodegas muy chicas que todavía están en proceso de certificar. Hay distintos pasos: viñedo orgánico, vino orgánico, bodega orgánica.
Por ejemplo, tenemos dos casos diferentes en Cafayate, Salta. La bodega Nanni es la primera en certificar en la Argentina, en el año 96 si no recuerdo mal. Colomé y Amalaya son bodegas que producen vinos agroecológicos, vinos que aun no están certificados. Tienen el mismo tratamiento que un vino orgánico pero aún no tienen la certificación que se acredita mediante un sello especial en la etiqueta.
-Entonces, ¿a qué llamamos vino orgánicos? ¿Qué características tiene además de la certificación?
-Para simplificar digamos que los viñedos no emplean fertilizantes químicos, no usan herbicidas, ni plaguicidas, ni pulguicidas. Todo se cuida de forma natural como primer paso en el viñedo. Luego, en la bodega no se puede ni usar detergentes químicos, toda la limpieza es natural. Y por fin, en la elaboración del vino no se pueden agregar, por ejemplo, metasulfitos, que es algo autorizado y permitido dentro de la elaboración de vinos en general. En los orgánicos, no. Es la uva quien decide cómo va a ser el vino.
-¿Qué puede retrasar el proceso de certificación?
-En el caso de Amalaya y Colomé, hubo un ataque de hormigas y tuvieron que fumigar, por eso perdieron la certificación. No pudieron resolverlo de otro modo y debieron tomar esa decisión para no perder todo. Hoy deben esperar que pase el tiempo y cumplir normas y regularizaciones, siempre manteniendo su filosofía orgánica.
-El mundo de los especialistas en vinos es muy puntilloso, ¿los sabores son más ásperos?
-Hay todo un mito alrededor del vino orgánico. Que son más caros, más feos, más duros, más ásperos. El vino orgánico, a la larga, hace mejor en el cuerpo humano. Pero en la boca, en imposible distinguir un vino orgánico de uno que no lo es.
-¿El sabor puede ser mejor?
-Es muy difícil decir que un sabor es mejor que otro. Entre los consumidores están quienes los conocen y los eligen, y están quienes también los compran sin saber que son orgánicos.
-Hay bodegas que no son orgánicas en general, pero que sí tienen una línea de vinos de estas características.
-Hay bodegas que tienen algunos viñedos en particular orgánicos, si bien no toda su producción lo es. Por ejemplo, Cooperativa La Riojana –de La Rioja- que van a estar en la Feria, tiene su línea Santa Florentina, común, y su línea Pircas Negras, orgánica. Familia Zuccardi tiene su línea organica Santa Julia. Familia Boarelli, también tiene dos tipos de líneas de elaboración.
-¿El mercado internacional hace la diferencia?
-El mercado internacional es un diferencial y la mayoría de la producción nacional orgánica se exporta. Casi el 80 por ciento se va.
-¿Por qué eligieron ese lugar tan hermoso, La Botica del Ángel?
-Mi socio es profesor en la Universidad del Salvador, a la que Bergara Leumann –creador La Botica del Ángel- les lega ese espacio con la condición de que mantengan al personal que trabajaba allí. Cuando mi socio me dice “Encontré el lugar” y fui a conocerlo, tuve la sensación de que era un lugar para recorrer y disfrutar con una copa de vino en la mano. Parar en un stand, volver a llenar la copa, subir la escalera, mirar, admirar, disfrutar.
– Beber con moderación.
– Claro, por eso nos acompaña Bodegas Argentinas con la campaña Wine in moderation y la Escuela de Cocina del Gato Dumas, repartiendo agua mineral. En cada stand habrá agua para que la gente se hidrate. Queremos que los visitantes se vayan contentos.
+ INFO: Feria de Vinos Orgánicos. 21 y 22 de agosto en el Museo La Botica del Angel, Luis Saénz Peña 541, CABA
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