¿Por qué todos conocemos al gran Harry Houdini? ¿Acaso lo vimos hacer algún truco de magia? Imposible, murió hace casi 100 años pese a lo cual sabemos que era un talentoso escapista. Nunca estuvo en Buenos Aires pero su fama nos llegó a todos. ¿Fue el mejor mago de la Historia? No necesariamente, hay diferentes miradas sobre el tema. ¿Entonces por qué inspiró la realización de tantas películas? ¿Por qué el mago David Copperfield compra cuanta reliquia suya se vende en una subasta y la lleva al museo privado que construyó en su casa y consagró al ilusionista austrohúngaro? Y, sobre todo, ¿por qué un espacio dedicado a exhibir la ciencia, la tecnología y la vanguardia como el de Fundación Telefónica en Buenos Aires, le dedica una muestra, “Houdini, las leyes del asombro”, con la que completa una trilogía integrada por hombres de la talla de Nikola Tesla y Julio Verne?
Para saberlo, NOTICIAS POSITIVAS conversó con uno de sus curadores, Miguel Delgado, quien junto con María Santoyo, es responsable de la exposición que recorre la historia de la magia moderna y su evolución, y que se podrá visitar hasta el 2 de junio próximo.
“La magia es muy vanguardista. Si por algo se caracteriza, a partir del siglo XIX, es por incorporar todos los avances tecnológicos que van apareciendo. Ahora mismo hay magos que hacen trucos utilizando las redes sociales, ellos están continuamente renovando el repertorio. Si algo los define es la innovación, siempre están pensando en cómo desarrollar lo que hacen habitualmente, no se conforman con hacer siempre las mismas cosas o de la misma forma. Me parece que, en un espacio como la Fundación Telefónica, donde la tecnología, la innovación y la búsqueda de conocimientos son los ejes fundamentales, la magia tal como la representa Houdini es algo perfectamente adecuado”, asegura Delgado.
¿Por qué Houdini? Tanto María Santoyo como Delgado tenían una idea clara de lo que querían, por eso lo eligieron, pero, al profundizar en su vida, encontraron facetas nuevas que reforzaban la idea. Además de su capacidad de realizar esos trucos hábiles y espectaculares, descubrieron todo lo que había detrás y sostenía ese trabajo. “La forma en que crea su personaje, tiene todas las connotaciones de haber entendido el momento en el que vive, a la sociedad en la que vive, y qué es lo que la mueve. Va cambiando el discurso a medida que esa sociedad se transforma. Lo más fascinante es descubrir que es alguien perfectamente actual.
«En una charla alguien me mencionó que lo podía definir como un emprendedor y he dicho de corazón que yo enseñaría el caso Houdini en una escuela de negocios que estuviera formando a los emprendedores de hoy que a lo mejor van a trabajar en los campos más avanzados, vanguardistas y tecnológicos. Creo que podrían aprender muchísimo de Houdini y de su experiencia”, afirma el curador.
El gran escapista había tomado su nombre de un colega francés Robert-Houdin, quien fue el creador del elegante look del frac, el sombrero de copa y los pañuelos impecables. Pero su maravillosa intuición para la publicidad y el marketing –aún no bautizado así en aquellas épocas- marcó la diferencia.
“Pienso en Sarah Bernhardt, la gran estrella de teatro contemporánea del mago. a quien probablemente durante seis meses, en sus representaciones en las salas, la veía la misma cantidad de personas que a Houdini en su acto al aire libre. Como por ejemplo, cuando se tiró encadenado al río Hudson, envuelto en una camisa de fuerza. Su llegada era transversal a todo tipo de gente, la inmensa mayoría de esas personas que lo veían colgando boca abajo, probablemente no podían pagarse la entrada de una función.
«Él entiende que precisa de esa gente popular que no puede verlo en el teatro, porque si las entradas alcanzaban ese precio que pagaban las élites, era por la expectativa que se había creado. Sabía poner en marcha el movimiento y, lo que es más difícil, mantenerlo. Hablamos de alguien que se mantiene casi tres décadas en lo más alto”, resume Delgado.
El visitante de la muestra podrá situar a Houdini en medio de esa transformación que vive la magia en el siglo XIX para poder entender lo que supone este arte y para entender por qué es el referente de todos los magos que vienen después para aprender, para admirarlo, pero también para superarlo.
La muestra permite conocer su lucha contra el costado irracional que supuso en sus últimos años el enfrentamiento con los espiritistas. Sumando todos estos ámbitos, la idea es que el visitante comprenda la complejidad del personaje de Houdini y por qué casi 100 años después de su muerte, seguimos hablando de él como de alguien que sigue vigente.
- Houdini: charlas y talleres -Todas las conferencias requieren inscripción online en http://www.
fundaciontelefonica.com.ar/ exposiciones/houdini-las- leyes-del-asombro/ - «Neuromagia; ¿qué pueden enseñarnos los magos (y la ciencia) sobre el funcionamiento del cerebro? – Jueves 10 de mayo, 18 horas, a cargo de Andrés Rieznik, doctor en Física e investigador del Conicet y del Laboratorio de Neurociencia de la Universidad Torcuato Di Tella.
- Visitas guiadas a público general: lunes a viernes: 17.30 y 19.00 horas, y sábados: 15.30, 17.30 y 19.00 horas
- Visitas educativas: destinadas a instituciones educativas de segundo nivel del ciclo primario, secundario y universitarios: de lunes a viernes, con inscripción previa online y opción de traslado.
- Talleres para escuelas: con la exposición “Houdini. Las leyes del asombro”, Fundación Telefónica inaugura el programa educativo 2018 con propuestas de talleres para todos los niveles. Con inscripción previa online y opción de traslado.