NOTICIAS POSITIVAS entrevistó a Carlos Fernández Funes, líder del Equipo organizador de la XI Edición del Premio ACDE Enrique Shaw a Empresas con Iniciativas Sociales y Sustentables, en el que cinco grandes empresas y siete Pymes fueron distinguidas.
N+: -¿De qué se trata el premio?
CFF: -El objetivo de ACDE con este premio es fomentar la adopción de estilos de gestión empresarial que contribuyan al afianzamiento de valores humanos, sociales, y ambientales. Incluso el nombre del premio, Enrique Shaw, es un tributo al nombre de nuestro primer presidente, un modelo de empresario social.
El premio se hace en forma bienal, y la primera edición fue en el año 1989. Si bien el premio se entrega cada dos años, esta es una tarea que empieza mucho antes: desde la definición de las bases, que se hizo hace un año y medio, que estamos trabajando por esta edición. Este año la presencia fue muy buena ya que tuvimos 48 postulantes entre grandes empresas y pymes.
El premio tiene dos categorías primarias: grandes empresas y pymes. En cada una de esas dos categorías hemos diferenciado aquellas iniciativas que apuntaban más a la cuestión social de aquellas que apuntaban más a la cuestión medioambiental, y a partir de allí entregamos primero y segundo premio a cada una de sus categorías. En realidad, lo que tenemos es un muy fuerte compromiso por parte de las empresas, y lo que es muy importante es que esta iniciativa de RSE hace unos años era responsabilidad de unos pocos en las empresas, y hoy eso ya cambió: fundamentalmente se ve hoy un involucramiento de todo el mundo. Lo que empezó siendo responsabilidad de pocos, hoy prácticamente es propiedad de toda la organización.
En esta edición al jurado le dio bastante trabajo elegir a las empresas para premiarlas, porque prácticamente todas evidencian una particularidad que es el compromiso. Dentro de los cuatro factores que tuvo en cuenta el jurado a la hora de distinguir se contemplan cuestiones de impacto, grado de innovación, la posibilidad de replicar el proyecto dentro o fuera de la empresa, pero fundamentalmente el compromiso dirigencial. Acá no estamos hablando de involucramiento, sino de fuerte compromiso, y realmente la sensación que tenemos es que prácticamente todas las empresas presentadas han evidenciado claramente ese compromiso.
-¿Cuál es el panorama general de los ganadores?
-De las dos categorías principales (grandes empresas y pymes), en el área social hubo dos premios: Arcor en el primer puesto, e YPF en el segundo. Arcor presentó su programa de compras responsables que pretende generar inclusión económica para pequeños productores, muchos de ellos de carácter informal. YPF presentó su programa de red de formación de oficios, que apunta fundamentalmente a aquellos sectores más vulnerables, que no tienen formación académica, y a través de los contenidos y de los programas se genera un proceso de inclusión realmente potente. Otra empresa que el jurado consideró que merecía una mención especial fue una empresa de transporte mendocina, Andesmar, que creó el programa «Rutas sin trata»: ellos detectaron que el transporte a través de colectivos es uno de los medios elegidos por las redes de trata, y entonces implementaron un programa de concientización y educación a todos los protagonistas que tienen algo que ver con la red.
-Hay dos empresas que han ganado en la categoría pyme y son Empresas B, Cíclica con su producto Magacup y Reciclarg, de Mendoza. ¿Ha sido especial para ustedes que dos empresas con certificación B hayan logrado el premio?
-A mí personalmente me resulta inspirador que haya cada vez más Empresas B que se presenten al concurso. El hecho de incorporar la mirada social y medio ambiental al corazón del negocio creo que las distingue en sí mismas.