Crepes & Waffles, la cadena de restaurantes que integra el patrimonio afectivo de los colombianos se recicla con ingenio y cariño. Qué medidas tomaron y cómo pueden inspirar a otros lo cuenta a NOTICIAS POSITIVAS LIVE Felipe Macía Fernández, su director ejecutivo, desde Cartagena, en el Caribe colombiano.
«Crepes & Waffles es una Empresa B desde hace cinco años. Ahora estamos ante un momento muy confrontante para todos: tenemos más de 6000 empleados, de los cuales el 90 por ciento son mujeres, y de ese porcentaje, el 75 % son además cabeza de familia. Por eso, hubo que tomar medidas estratégicas. Nuestra empresa es una de las cadenas de restaurantes más grande de Colombia, con 40 años de trayectoria, y desde su inicio trabajó con una vocación muy grande por el servicio a las personas», describe Felipe Macía Fernández la constitución de C&W.
«Creemos que las empresas están para transformar a la sociedad y a las personas, y ser empáticas. La nuestra es una marca que se ha construido desde la intuición, desde la calidad, de maximizar la experiencia. Mi madre siempre dice: ‘Si llegas al corazón, te quedas en la mente’. Por eso, en estos momentos de incertidumbre, nuestros clientes y nuestros proveedores nos mandan mensajes preguntando qué necesitamos. Y eso se ha logrado por trabajar desde un lugar auténtico.»
¿Cómo ahora esta empresa, que es una empresa B, se está reinventando en estos momentos tan complicados? «El gobierno colombiano afortunadamente ha reaccionado rápido, viendo lo que ocurría en España e Italia. Hubo que tomar decisiones estratégicas en la empresa. El flujo de caja empieza a ser muy importante para aguantar la situación. Cerramos, pero seguimos pagando los sueldos. Ahora, que se asentó un poco el pánico, estamos desarrollando nuevos servicios para llegar a las casas de las personas, con formatos distintos para que los que no tienen tiempo puedan cocinar algo rápido en su casa. Es decir, por un lado, un portafolio de servicios, por el otro, decisiones financieras y estratégicas que nos permitan tener liquidez para atravesar este torbellino.»
En Facebook hay un grupo, una plataforma, en el que el departamento que se llama la Academia de las Artes y se encarga de desarrollo humano tiene una programación para los empleados. Explica Felipe Macía: «Dan charlas mis padres, han estado los cantantes Juanes y Maluma, hay sesiones de ejercicios, de cómo respìrar, y técnicas para mantener la sanidad en sus casas. Es una programación que ya lleva dos semanas y están conectadas 4500 personas. Todo lo que tiene que ver con el desarrollo humano, la reflexión y el buen vivir. Es una interrelación, porque también los empleados nos dan su apoyo.
N+: -¡Qué interesante que hayan recurrido al arte para acompañar emocionalmente a su público interno!
Felipe Macía Fernández: -El tema de la sostenibilidad lo enmarcamos siempre dentro de una transformación cultural, de ir hacia una cultura que restaura la vida en el planeta, y a enriquecer el desarrollo humano, sus valores. Hay que generar bienestar económico, que es como el marco, pero se trata también de cómo empezamos a redefinir la presencia humana en la Tierra. Mi hermana Paola fundó hace ya varios años la Academia de las Artes, como un espacio de transformación humana a través de las artes. Para que la gente pueda procesar sus emociones, su dolor, su pasado. Y en estos días de cuarentena, todas esas prácticas se hacen más relevantes. Finalmente, es cómo construir una sociedad resiliente, no solo para esta época de pandemia, sino para el cambio climático. Porque al final, la sostenibilidad es resiliencia ante cualquier cambio.
+ INFO: https://crepesywaffles.com/