El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires inauguró cuatro esculturas en el Barrio Chino. “Estas esculturas nos ayudan a potenciar la cultura china, es algo lindo que hacemos desde la ciudad para seguir manteniendo esta combinación cosmopolita que hace fantástica a Buenos Aires”, expresó el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
Por su parte, el embajador de China en la Argentina, Yang Wanming declaró: “Estamos muy agradecidos al gobierno porteño por el apoyo y facilidades ofrecidas a la comunidad china que hoy ha logrado un nuevo desarrollo”.
El ministro de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad, Eduardo Macchiavelli, manifestó: “Estamos muy orgullosos de tener estas cuatro esculturas características de la cultura china en este barrio, y seguir construyendo una ciudad mejor y más integrada con todos los vecinos”.
Las figuras fueron donadas por el gobierno de China a través de su embajada en nuestro país, en el marco de la puesta en valor de la tradicional zona comercial del barrio de Belgrano.
Dos de las nuevas esculturas representan al Dragón Celestial y están ubicadas en la calle Arribeños, entre Juramento y Mendoza, y las otras dos se refieren a los Leones de Fu y se encuentran en Arribeños, entre Mendoza y Olazábal.
Dragones del Cielo
Estas esculturas son de mármol rosa, miden dos metros de alto y también están ubicadas una frente a la otra. Los Dragones del Cielo son los máximos exponentes de la tradición china que representan el dominio de los cuatro elementos –tierra, aire, fuego y agua- y aportan vida y poder mediante las estaciones del año: traen agua con la lluvia, calor con el sol, viento con los mares y tierra para el cultivo.
Según la creencia popular, los dragones vigilan, protegen, dan seguridad en el hogar, atraen la buena fortuna, están muy relacionados con el agua y se cree que gobiernan los cuerpos de agua en movimiento, como cascadas, ríos y mares.
Leones de Fu o de Buda
Estas esculturas están ubicadas una frente a la otra, pesan 3500 kilos cada una, miden dos metros de alto, y fueron hechas en una sola pieza de jade blanco. Dentro de la concavidad de sus bocas hay una pelota tallada que se mueve, y, según la tradición, tocarla trae buena suerte.
En la cultura china, los Leones de Fu son animales míticos que tienen su origen en la tradición budista. Son guardianes poderosos que suelen encontrarse en la entrada de templos budistas, palacios y tumbas imperiales. También se los conoce como perros de la felicidad o perros celestiales y representan cualidades como el valor, la sabiduría y la energía positiva.
Los seguidores del Feng Shui los asocian además con la vigilancia, la honestidad y la protección de los más débiles y le prestan mucha atención a la forma en la que son ubicados. Es muy raro que no se encuentren en pareja.