Bajo la premisa de inspirar a más personas a comer mejor, Knorr abrió las puertas de su «cocina» a un numeroso grupo de referentes a su planta deshidratadora en Guaymallén, provincia argentina de Mendoza, la única deshidratadora de Unilever en el mundo y la más grande de Argentina.
Las características de esta zona en los andes hace que los productos de su tierra sean de muy alta calidad, a lo que se le suma la promoción de diferentes prácticas de la agricultura regenerativa y un proceso riguroso para garantizar que la calidad de los vegetales -cultivados por productores locales – hasta llegar a las mesas de los argentinos y también . La marca trabaja junto al Instituto Nacional de tecnología Agropecuaria (INTA) para lograr desarrollos tecnológicos de cultivos que cuidan el ambiente y a la comunidad.
En 2021, el mercado latinoamericano de frutas obtuvo un valor se casi USD 58 mil millones. Durante 2023-2028, se estima que el mercado crezca a un ritmo sólido a una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) de 3,5%
Producción local
La planta deshidratadora está conectada con 10 fincas en Mendoza, San Juan y Córdoba, y trabaja en conjunto con ellas para cultivar y cosechar todos estos vegetales de manera sustentable. Allí se deshidratan: zanahoria, zapallo, espinaca, albahaca, repollo, puerro, tomate, ajo, papas, pimiento rojo, cebolla y batatas, con los que se elaboran los productos de la marca.
“Nuestra marca está presente en el 80% de los hogares de la Argentina, esto es un gran privilegio pero también una gran responsabilidad. Queremos inspirar a más personas a comer mejor, a incorporar más variedad y cantidad de vegetales, promoviendo una alimentación más consciente y saludable. Los vegetales están en el corazón de todo lo que hacemos”, señaló Ana Hernández Hermida, Brand Manager de Knorr Argentina, y agregó “trabajamos bajo dos pilares fundamentales: cómo sumar más variedad de vegetales a las comidas y, por otro lado, cómo cuidamos esos ingredientes desde el origen hasta la mesa. En Mendoza es donde empieza todo: los vegetales son cultivados y cosechados por agricultores locales y pasan por la planta donde son cuidadosamente deshidratados. Nuestros vegetales deshidratados no tienen aditivos, sal ni conservantes. Lo que llega a la mesa de cada argentino es el mismo vegetal que está en la planta”.
Agricultura regenerativa
El trabajo de la planta de Mendoza se inicia con los productores, con los que Unilever trabaja a la par para obtener los mejores ingredientes, cultivados con fuerte conciencia y responsabilidad desde el origen. Por esto, la agricultura sustentable está evolucionando a la agricultura regenerativa, basada en principios y prácticas agrícolas que generan impactos positivos en la salud del suelo, la biodiversidad, la calidad del agua, la resiliencia climática y la rentabilidad agrícola. Para ello, la compañía trabaja en alianza junto al INTA -Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria- a través del cual se brindan herramientas, ciencia y tecnología para cultivar alimentos en armonía con la naturaleza.
“Hace más de 30 años que trabajamos en alianza con Unilever. Las variedades que se usan en la planta de deshidratado no son las mismas que se ven en las verdulerías, son variedades de hortalizas desarrolladas para el deshidratado -Zapallo Aconcagua, Zanahoria Nara, Cebolla Alfredo- producto de mucho trabajo. Con orgullo podemos afirmar que en muchos caldos y sopas que se consumen en la Argentina y en otros lugares del mundo está presente la genética nacional. Además estamos colaborando en la transición hacia la agricultura regenerativa, una manera de producir respetando las maneras que tiene la naturaleza de regenerarse así misma. Respetar las condiciones ambientales en las que se produce, preservar la fertilidad del suelo, la biodiversidad del suelo, conservar el agua, principal problema de nuestra región”, afirmó Claudio Galmarini, especialista en mejoramiento genético de hortalizas del INTA.
Los Principios de Agricultura Regenerativa de Unilever buscan proteger y mejorar las comunidades locales y su bienestar, además de producir cultivos con suficiente rendimiento y calidad nutricional para satisfacer las necesidades existentes y futuras, optimizando el uso de recursos renovables y minimizando el uso de recursos no renovables.
Manejo de residuos: economía circular
Desde la compañía, también se promueve una política de residuos y uso de energía sustentable donde gran parte de los productos son despachados sin pasar por el centro de distribución. De esta forma, en el proceso se reduce el uso de 19 camiones mensuales, generando un ahorro en emisiones equivalente a 15 toneladas de CO2. “Junto al INTA, capacitamos a los agricultores que cultivan nuestras hortalizas y que son procesadas en la planta para producir nuestras sopas, caldos, deshidratados y condimentos. Implementamos diferentes prácticas desde el campo hasta la góndola: el riego por goteo, que nos permite ahorrar +30% de agua en la producción, la aplicación de mulching para proteger el suelo de la erosión y la eficientización de rutas de distribución que permite ahorrar 15 toneladas de CO2 por mes solo en este aspecto”, agrega María Bulla, Gerente de Responsabilidad Corporativa e Impacto Social Unilever Argentina.
Ventajas de la deshidratación
El proceso de deshidratación consiste en introducir los vegetales en hornos de secado, donde reciben aire caliente y se logra disminuir el porcentaje de humedad hasta un 6 y un 8%. Se trata de siete hornos semi continuos que hay en la planta y trabajan con 10 bandejas, donde circula aire caliente por su interior, provocando evaporación y reducción del líquido. Con estándares de excelencia en calidad, el circuito de deshidratación permite conservar los nutrientes de los vegetales y preservar su sabor, no requiere adicionar conservantes, extiende la vida útil sin necesidad de refrigerar, respeta el ciclo natural de los vegetales propios de cada temporada con abastecimiento todo el año, permite la rehidratación del vegetal a la minuta y en poco tiempo, reduce el espacio de almacenamiento, facilita el transporte y reduce mermas y desperdicios.
Ubicada en la localidad de , hace 50 años se inauguró la planta de deshidratación de vegetales, que es considerada un establecimiento modelo. Esta planta es la única deshidratadora de Unilever en el mundo y la más grande de Argentina. Cuenta con tres líneas de producción y recibe anualmente 15.000 toneladas de vegetales crudos, que se traducen en 3.200 toneladas de vegetales deshidratados entre escamas, granulado y polvo. Está conectada con 10 fincas de las provincias de Mendoza, San Juan y Córdoba, generando empleo entre el campo y la fábrica, para más de 400 familias de la zona durante todo el año. Allí se trabaja con agricultores locales a quienes se capacita de forma permanente, promoviendo además el desarrollo de la comunidad.