Desde Chile, llegan hasta NOTICIAS POSITIVAS las voces amigas de representantes de una Empresa B como la empresa Karün. «Hola mundo», dice Thomas Kimber, desde su departamento en Puerto Varas, en el sur, en la Patagonia chilena. Por su parte, Roberto «Tito » Bravo contesta a N+, pero desde su casa en la zona central de Los Lagos, en el lago Vichuquén, en donde también está cumpliendo con la cuarentena decretada por el Gobierno de su país
Andrea Méndez Brandam: -¿Cómo están llevando este momento?
Roberto «Tito» Bravo: -Hace diez días que estamos acá con mi esposa y con nuestro perro. Hay poca gente y toda cumpliendo con la cuarentena. Hacemos una vida muy tranquila, informándonos de todo lo que va ocurriendo, y cuidándonos de no contagiarnos y de no contagiar a nadie.
Tomás Kimber: -Yo llevo aquí ocho días, con mi novia. Trabajamos juntos, así que compartimos todo el día. Está difícil para todo el mundo. He estado hablando con amigos, con socios e inversionistas. Por supuesto, que no está fácil del lado económico.
-Es un gran desafío para la empresa Karün, que es una Empresa B con negocios en todo el mundo.
TK: -Efectivamente, nosotros trabajamos desde acá, basados en Patagonia, pero trabajamos mucho con los países nórdicos en Europa. Y hoy, Suecia, al otro lado del mundo, está con los mismos problemas que nosotros en Chile. Y no hay nadie que pueda hacer algo en el corto plazo, lo que demuestra la fragilidad del sistema en el que estamos viviendo y la importancia de empezar a cambiar la forma en la que nos organizamos.
RB: -Esto es a nivel mundial, pero es como un remezón, es como un terremoto gigante grado diez, que destruyó lo que llevaba miles de años, y nos obliga a pensar en positivo, a una reflexión profunda sobre cómo vamos a avanzar en este mundo en el que no somos superhombres ni tenemos una tecnología que nos proteja, y que al final del día somos seres humanos. Ahora viene un período muy duro para todos. Y el mensaje final es esperanza y unión. De esto saldremos más unidos. Tiene que salir lo mejor de cada uno de nosotros para poder avanzar; sobre todo, los que como nosotros tenemos más oportunidades debemos mostrar el camino para volver rápidamente a una cierta normalidad, con todos, jóvenes, adultos y viejos.
«Esto es como un remezón, como un terremoto gigante grado diez, que destruyó lo que llevaba miles de años, y nos obliga a pensar en positivo, a una reflexión profunda sobre cómo vamos a avanzar en este mundo en el que no somos superhombres ni tenemos una tecnología que nos proteja»
Roberto «Tito» Bravo
TK: Totalmente de acuerdo. Y veamos esto como una oportunidad, de reinventarnos como personas, como organizaciones, como sociedad. Es una oportunidad de partir de un punto diferente. El cambio generalmente cuesta, pero a la larga es generalmente positivo. Ojalá tengamos la sabiduría de no volver a la «normalidad» en la que vivíamos, sino que surja una nueva normalidad, y eso depende de nosotros.