El avance de la urbanización sobre los humedales afecta a nuestra fauna nativa de manera directa. Como consecuencia, especies como el carpincho han quedado excluidas de su ecosistema, como en el caso de Nordelta.
Los carpinchos viven en zonas de humedales (ver https://noticiaspositivas.org/la-proteccion-de-los-humedales-llegada-de-rosario-culmina-esta-tarde-en-plaza-de-mayo-y-marcha-hasta-el-congreso-la-travesia), son herbívoros y no representan ningún peligro para las personas u otras especies en tanto no son predadores.
“Es fundamental comprender que el cuidado de la fauna es responsabilidad de todos, y que el avance sobre los ecosistemas tiene consecuencias para cada uno de los integrantes de nuestra casa común”, señala un comunicado del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación. En ese sentido, el organismo brinda estos consejos, por si nos encontramos con esta especie en nuestro camino:
Ante la presencia de un carpincho seguí las siguientes recomendaciones:
-No lo lastimes
-No te acerques
-Comunicate con la autoridad de fauna silvestre o zoonosis de la jurisdicción.
Conocer para respetar
Conocer a nuestras especies nativas es la clave para valorarlas. Por eso, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable ha desarrollado la serie #FaunaNativa.
“El #carpincho es el roedor más grande del mundo y constituye una pieza fundamental de la biodiversidad de los humedales. El avance sobre los ecosistemas tiene consecuencias para cada uno de los integrantes de nuestra casa común”, señalan fuentes de Ambiente Nación.


El carpincho se encuentra categorizado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como un ejemplar de preocupación menor. “Desde Ambiente Nación impulsamos políticas para garantizar la conservación de esta especie mediante la organización de talleres participativos con las provincias que cuentan con poblaciones de carpincho; la realización de estudios ecológicos; la evaluación del uso e importancia para las poblaciones humanas locales; el análisis de comercialización, y la elaboración de mapas de distribución, en el marco de políticas nacionales de uso sostenible de la biodiversidad”, sostiene el organismo nacional.
Conocer las costumbres de la especie ayuda a protegerlo y respetarlo: los carpinchos comen hierbas palustres, gramíneas y hierbas ribereñas. Se alimenta principalmente durante el atardecer y la noche. Poseen un comportamiento reproductivo del tipo de harén (un macho puede tener varias hembras). El celo se observa en primavera y, al momento de parir, el refugio se ubica sobre matorrales densos, llegando a tener de tres a ocho crías.
Es de hábitos apacibles y gregarios. Conforma grupos sociales de entre tres y diez individuos, aunque ese número puede ser mayor, de acuerdo con las condiciones del hábitat, estación del año y densidad poblacional.
El carpincho (Hydrochoerus hydrochaeris) es un roedor herbívoro anfibio, que por su tamaño resulta el mayor de los roedores vivientes. Está presente en Panamá y gran parte de Sudamérica, hasta el sur de la provincia de Buenos Aires, en la Argentina
Es una especie ampliamente distribuida y sin problemas de conservación. Sin embargo, en algunas regiones se han reducido sus poblaciones, debido a la fuerte presión de caza que sufre por el consumo de su carne y el aprovechamiento del cuero en marroquinería. Con frecuencia, sus poblaciones se ven afectadas por enfermedades infecciosas y parasitarias. En algunas áreas, como en el sur de la provincia de Buenos Aires, se ha extendido su distribución.
#LaAcciónAmbientalEsAhora #LeydeHumedalesYA